Cuando hablamos de Inversiones, indiscutiblemente pensamos en la palabra “riesgo”. Si quiero invertir sin perder y ganar poco o invertir a lo grande y ganar a lo grande o perder a lo grande. Razón por la que los expertos en inversiones nos hablan en esta edición de dos perfiles del inversionista: el conservador, que es el mesurado o el arriesgado que invierte sin temor para tener mayores ganancias.
Las inversiones son una decisión que deben ir de la mano de Dios. Porque son decisiones que ponen en riesgo el capital empresarial. Cuando una empresa empieza su crecimiento organizacional, comienza a tener ganancias y es allí donde debemos fundamentarnos en principios básicos para que a través de la sabiduría divina podamos tomar buenas decisiones empresariales.
El temor a Dios, es el principio de la sabiduría, por lo que al tomar decisiones financieras debemos tener en cuenta varios aspectos a saber:
- No te gastes nunca el dinero que le pertenece al Estado, paga primero los impuestos y luego sabes lo que tienes. Algunos empresarios tienen por costumbre invertir el dinero de los impuestos y luego pedir préstamos para pagar sus responsabilidades con el Estado, esto no es sabio. Paga al Estado lo que le corresponde, a los proveedores para que siempre te respondan y a los empleados que son tu fuente de producción, después de esto ya sabes que te quedo de ganancia y ahora si podrás decidir en que invertir.
- Nunca te endeudes, si deseas ampliar tu negocio, primero ahorra y luego la principal inversión que puedes hacer es invertir en tu propia empresa. Comprando maquinaria, ampliando la nómina o adquiriendo mayor tecnología.
- Debes saber cuándo ahorrar y cuando invertir. El ahorro debe tener un propósito y la inversión una meta. Invertir es asegurar el capital de ganancia para alcanzar una visión amplia del futuro de tu empresa.
- Los inversionistas sabios son conservadores, porque deben saber que, si pierden ese capital, su empresa puede quebrar. Si llega otra crisis como la Pandemia o una hambruna debemos contar con un capital que nos sostenga durante cierto tiempo para no llegar a cerrar la empresa por una eventualidad.
- Los inversionistas arriesgados no les da miedo perder, porque el dinero invertido les debe sobrar y en el caso de una catástrofe financiera, no les afectará.
Ahora bien, la sabiduría espiritual nos enseña que los negocios deben estar basados en investigaciones financieras, no podemos invertir en criptomonedas porque esta de moda o en cdts porque todos lo hacen o en bolsa sino sabemos cómo se mueven las acciones o en finca raíz sin saber cómo está el mercado inmobiliario. La información de cómo se mueve el mercado financiero es de suma importancia antes de tomar cualquier decisión.
En el sistema financiero hay varias alternativas de ahorrar e invertir, pero también existe “el elefante blanco” que es el que te incita a endeudarte para crecer o para desarrollar una idea. Ten cuidado con estos “enemigos ocultos de la economía” . No importa cuantos años te demores en crecer empresarialmente, pero hazlo de una forma segura y sin deudas.
Las empresas solidas son las que solicitan a través de una oración la sabiduría y el conocimiento de Dios, para hacer los negocios de forma correcta bajo los principios de El que son: honestidad, honradez, fidelidad y respeto.
¡Deja que Dios sea tu guía a la hora de tomar decisiones de Inversión!