Los jóvenes en Colombia, están gastando cinco y más años de su tiempo de vida estudiando una carrera profesional, un posgrado, una especialización, una maestría y hasta doctorados, pero cuando se enfrentan a la realidad laboral encuentran un gran nivel de desempleo donde la oferta y la demanda exigen un nivel alto de experiencia.
Es donde surge la pregunta, existe oportunidad laboral para el primer empleo? La falta de experiencia en los jóvenes universitarios recién graduados, produce pérdidas para los empresarios que tienen que gastar su tiempo en enseñarles a desarrollar competencias. Pero, ¿qué solución podría ser buena para este síndrome de inexperiencia? Tal vez una de ellas sería que las universidades exigieran más tiempo de prácticas y no solamente en una empresa sino por lo menos en tres por las que haya pasado el joven donde pueda antes de recibir su cartón universitario adquirir algo de experiencia en la profesión que estudio.
Esta solución permitirá que los jóvenes se entren a la realidad del mercado laboral y sean más eficientes y competitivos. Las empresas en Colombia, valoran más la experiencia que el cartón y esto hace que los sueldos de los universitarios jóvenes sean muy bajos y que los empleos sean inestables ya que sostener un joven sin experiencia produce pérdidas para cualquier empresa, además de generar baja productividad empresarial.
Surge entonces la pregunta ¿vale la pena estudiar tanto, si el sueldo va hacer tan bajo? La respuesta es Sí, el estudio y el conocimiento de la universidad hacen bases fuertes que se notan en cultura y rol social. Pero de ahí en adelante el trabajo es de cada individuo, de su ser interior y de la pasión que le tenga a la profesión que estudió. Es muy importante que al joven le guste su profesión, eso hace que desde el principio no piense en cuánto puede ganar sino en cuánto puede aprender y aprovechar todas las ofertas de trabajo que le brinden en su profesión, para adquirir cada vez más conocimientos bajo la práctica laboral que le permitirán en un futuro cotizarse como el profesional que es y aún más si adquirió conocimientos de posgrados o maestrías que le ayudarán a lograr mejores cargos.
Es hora de que nuestros jóvenes tomen conciencia de la importancia del trabajo y adquieran un amor incondicional por su profesión, donde temas como la remuneración y las compensaciones ocupen un segundo lugar, con el fin de encontrar una empresa donde se les pague por lo que más les guste hacer en la vida. Solo así tendremos trabajadores eficientes, comprometidos y competitivos.