Desde que comenzó la transformación digital en el mundo empresarial, ha existido el temor de que los robots van reemplazar no sólo al razonamiento humano, sino también a la fuerza laboral. Temor que se ve acrecentado con cifras como la que reveló el Banco Mundial a fines del 2020, donde señalaba que el 50% de los empleos de Latinoamérica podría estar en riesgo por tecnologías como la automatización. Pero más allá de esos temores, la tecnología puede ser la mejor aliada en tiempos de cambios.
Sin embargo, los temores ante cualquier situación distinta son naturales. De hecho, el estudio “Decodificando el talento global 2021” de OCC Mundial, realizado entre más de 208 mil profesionales de 190 países, señaló que los trabajadores de Singapur (61%), Malasia (56%), Filipinas (54%) son quienes más se sienten amenazados por la tecnologización de los empleos. En Latinoamérica no es distinto, 4 de cada 10 colaboradores ven la automatización como una amenaza para su futuro laboral, según reporta la publicación.
La misma encuesta mencionada anteriormente, deja en evidencia que los humanos aún tienen mucho que hacer. Habilidades como la toma de decisiones, resolución de problemas, creatividad, aprendizaje constante, pensamiento crítico, comunicación e inteligencia emocional parecen ser los diferenciadores entre humanos y alta tecnología. A estas aptitudes se le puede agregar la experiencia como factor decisivo.
Según el WEF, el 29% de las labores en distintas empresas del mundo son realizadas por máquinas. De hecho, se estima que al 2025 se perderán cerca de 75 millones de empleos, sin embargo- y para no asustarse- la tecnología creará 133 millones de empleos nuevos. Las claves, entonces, para enfrentar esos cambios son: ser flexibles ante la transformación y aprender a convivir con ella.
La tecnología no es quién quitará el trabajo, tampoco se hará cargo de los roles del futuro. La tecnología, sobre todo la automatización, viene a facilitar la vida de los trabajadores, disminuyendo tiempos, ahorrando recursos y permitiendo a los humanos dedicarse a tareas más productivas. De esta manera, una tarea manual que antes tardaba más de 5 horas en llevarse a cabo, hoy puede tardar solo un par de minutos., haciendo de la relación robot/trabajador una experiencia beneficiosa para la eficiencia de una empresa.
Ahora bien, es importante que dentro de las organizaciones exista una preparación y formación constante para evitar estos temores. Mientras más información y conocimiento exista de todos los procesos que pueden ser automatizados a favor de los colaboradores, la recepción de la digitalización de las tareas será mucho mejor, cambiando incluso la cultura empresarial.
La tecnología, en particular la automatización está modificando al sector industrial profundamente, pero hay que estar seguros de que habrá espacio para todo: humanos y robots. El temor es normal, pero una vez que podamos superarlo, podremos sacar el máximo provecho de la aplicación de nuevas tecnologías en el mundo del trabajo.
¿Qué eliges tú, temer o tomar ventaja de la automatización?