“Según datos de la organización mundial de la salud hoy en día hay más de 56 mil aplicaciones que basadas en inteligencia artificial, realidad virtual dispositivos conectados a internet IoT permiten entrar en la batalla contra enfermedades de huesos y articulaciones, detectar tumores y acelerar el tratamiento contra el cáncer, detectar enfermedades pulmonares, tomar signos vitales y hacer cálculos de riesgo.”
En los últimos meses hemos escuchado a familiares y amigos diciendo que fueron atendidos por su medico a través de una llamada realizada a un dispositivo móvil o un computador personal para ellos fue algo nuevo salido de una película de ciencia ficción, pero en mi caso me lleva a aquel 2012 donde con el apoyo de el ministerio de la Tics se desarrollo el primer proyecto piloto en Colombia se tomaron los municipios 7 apartados del departamento de Boyacá para evaluar el impacto de la tecnología como apoyo al modelo asistencial existente.
A la par del desarrollo tecnológico y el ajuste de la ley para abonar el camino a una respuesta a las grandes dificultades en cobertura de salud que se padecen en nuestras regiones y talvez siendo premonitorio el ministerio de salud a través de la resolución 2654 de octubre de 2019 estableció las disposiciones para la telesalud y parámetros para la practica de la telemedicina en nuestro país; Ahora bien Cuando con la declaración de estado de emergencia por la llegada del Covid-19 el estado permite que amparados bajo el decreto legislativo 538 de 12 de abril de 2020 se permita cumplir con los requerimientos mínimos para dar continuidad a tratamientos y cuidados a pacientes que requerían el manejo adecuado de la enfermedad desde sus lugares de vivienda, estableciendo claramente lo que es una tele orientación o una tele asistencia y telemedicina Interactiva, no interactiva, teleexperticia y telemonitoreo, una vez se levante el estado de emergencia toda aquella institución o particular que continúe prestando sus servicios bajo esta modalidad deberá cumplir con los requerimientos mínimos establecidos en la resolución 3100 de 2019.
Volviendo a nuestra nueva realidad vemos que pese a tener las leyes y la tecnología para realizar la telesalud, la gran mayoría de los profesionales no tienen el conocimiento de los requerimientos ni están capacitados en el uso y manejo de tecnologías para realizar la telemedicina.
Es verdad que en tiempos de covid-19 se han realizado millones de llamadas donde el paciente en la mayoría de los casos reporta una experiencia que deja un sin sabor pero esto no quiere decir que la telemedicina desaparecerá al terminar la pandemia por el contrario ahora mas que nunca la telemedicina va a permitir que se mejoren los indicadores de oportunidad diagnostico y sobre todo aplicar el seguimiento y control permanente a pacientes con enfermedades no transmisibles y que como precursoras son las que impactan la economía del sistema.
Cuando tomamos la experiencia que han adquirido las instituciones y profesionales durante la pandemia podemos estar seguros que las mejores practicas son las que permitirán que los pacientes que deben ser atendidos en su lugar de vivienda o en las instituciones de primer nivel de nuestros municipios se beneficien no solo por la reducción en costos de desplazamiento, alojamiento y alimentación si no en la posibilidad de ser monitoreados y controlados, como lo son aquellos pacientes con patologías como diabetes, hipertensión, obesidad. Causantes de enfermedades cardiovasculares.
Por ejemplo según datos de la organización mundial de la salud hoy en día hay mas de 56 mil aplicaciones que basadas en inteligencia artificial, realidad virtual dispositivos conectados a internet IoT permiten entrar en la batalla contra enfermedades de huesos y articulaciones, detectar tumores y acelerar el tratamiento contra el cáncer, detectar enfermedades pulmonares, tomar signos vitales y hacer cálculos de riesgo; Para el seguimiento y manejo de la pandemia en china se aplicaron tecnologías de inteligencia artificial para la clasificación temprana de pacientes con covid-19.
Podemos concluir que el paso de la pandemia ha fortalecido la telemedicina y que en corto tiempo encontraremos en el mercado dispositivos que permitirán al medico tratante saber la temperatura, el peso, la saturación, frecuencia cardiaca, tensión arterial he inclusive el nivel de glucosa en la sangre en tiempo real y que sumado a una conexión de video tener una real consulta permitiendo a los profesionales de la salud ser mas resolutivos.
Sabemos que el mejor remedio es el cuidado y control de la enfermedad debemos implementar modelos de atención donde la telemedicina apoye al paciente ofreciendo mas alternativas como teleeducación, o tele-monitoreo donde el mismo paciente o sus familiares verifiquen a través de un portal las condiciones no solo de signos vitales sino del riesgo que no es una nueva palabra sino la base para la estrategia de atención en salud publica.
Solo nos queda por decir que la telemedicina antes de la pandemia era una idea que se presentaba en proyectos de innovación hoy en día es parte de nuestras vidas y que las administradores de salud deben motivar no solo el uso de tecnologías si no implementar centros de referencia en las grandes ciudades para apoyar las entidades que desde el sector rural están demandando servicios con especialidades mas necesarias como lo son la Medicina Interna, Dermatología, Cardiología entre otras. La virtualidad en salud hoy está más presente.