El momento del descanso siempre ha ocupado un lugar primordial a lo largo de la historia de la sociedad. Hoy en día, las personas interpretan que un colchón nuevo es sinónimo de mejor calidad de vida, y por eso están dispuestas a pagar un poco más para obtenerlo.
Antiguamente, el colchón y la base cama se compraban y se pensaban como un activo fijo, que debía durar por siempre e incluso poder heredarse. Sin embargo, hoy en día, todo ha cambiado mucho; ya que el marketing proporcionado por el sector colchonero, se ha encargado de comunicar la gran importancia de la reposición de las camas y los colchones para beneficio de la salud.
Es más, se indica a los consumidores, que la vida útil de la mayoría de los colchones varía entre los cinco y los siete años, lo que genera un nivel de recambio mayor por parte de los usuarios que van en busca del máximo confort y el beneficio de un sueño reparador.
De esta forma, el cambio de conciencia sobre este tipo de artículos para el hogar, inculcado incluso hasta por recomendación médica en algunos casos, hizo que el negocio del sector colchonero creciera a un ritmo acelerado sin vistas hacia un decaimiento.
Cambiar el colchón ¿necesidad o tendencia?
Si bien es cierto que las personas incorporaron la importancia del descanso en su día a día, y se dieron cuenta de lo fundamental que es contar con una base cama con colchón de alta calidad para poder dormir bien, entendiendo como impacta en su salud y su calidad de vida.
Las ventas de colchones han aumentado notablemente en los últimos tiempos y la tendencia se mantiene. De hecho, este crecimiento se vio aún más impulsado por la pandemia global actual, ya que el confinamiento generó un uso intensivo de los colchones (y otros artículos y productos para el hogar, como sillones y el servicio de internet, etc.). Sucede, que durante el encierro la gente ya no sólo utilizaba el colchón para dormir, sino también para pasar el día, mirando tele, leyendo o incluso para trabajar de manera virtual echado sobre la cama.
En base a esta situación, muchos se han encontrado con que su base cama y colchón no satisfacía sus necesidades, mostrando su falta de confort y limitaciones, por lo que cambiarlos terminó volviéndose una prioridad. Esto significó un disparo en las ventas de este sector, y por supuesto, una transformación en la tendencia de consumo, ya que anteriormente cambiar el colchón no era prioridad como cambiar el televisor, por ejemplo.
De acuerdo a un estudio realizado por Americana de Colchones, el comportamiento de los colombianos al momento de adquirir cosas para el hogar, suele ser esnobista, priorizando lujo y comodidad por sobre un descanso placentero y rejuvenecedor. En Colombia a la gente no le interesa invertir en un “buen descanso”, es por eso que la industria colchonera ha puesto todos sus esfuerzos por intentar concientizar a los consumidores para que incorporen hábitos más saludables y se muestren más predispuestos a darle mayor importancia al sueño para asegurar un bienestar físico y mental, además de una mejor productividad.
Es importante destacar también que ciertos desórdenes inmunológicos y ciertas alergias derivan de los ácaros que se encuentran presentes en las fibras y los rellenos de los colchones. Estos microorganismos se alimentan de nuestro sudor y piel muerta, lo cual genera un ambiente perfecto para su reproducción. Por eso resulta necesario comprender la importancia de generar buenos hábitos alrededor del colchón y de no usarlo por períodos mayores a siete años.
La vida útil del colchón no resulta importante únicamente por un tema de confort, sino también por un tema de salud, y es que, aunque el colchón se siga viendo perfecto y siga sintiéndose cómodo, la gente ignora le micro fauna que se desarrolla en el interior del mismo generando un detrimento de su salud.
Una nueva percepción nació
El boom del sector colchonero se dio con la transformación del concepto del colchón y de la percepción de los consumidores sobre las bondades de ese producto, entre las cuales lideran la salud y la comodidad. Por supuesto, otros factores han influido, como las nuevas tendencias del consumo saludable en todo tipo de accesorios para el hogar.
También resulta importante destacar cómo han cambiado los hábitos familiares, en su día a día en el hogar. Antiguamente las familias solían pasar tiempo juntas mayormente en la sala o en el comedor de la casa, hoy en día es muy distinto, ya que muchas actividades son efectuadas en la cama, como mirar una película juntos, o jugar con los niños, incluso comer.
También cabe destacar otro gran cambio cultural en cuanto a hábitos familiares. Hoy en día es muy común que las parejas que tienen su primer hijo, elijan cambiar su cama de tamaño normal por una base cama doble con colchón tamaño Queen o King para poder realizar colecho (práctica en la cual los padres duermen con su hijo en la misma cama) con su pequeño, lo cual cada vez resulta más habitual en nuestra sociedad.
Relación costo-beneficio
Antes la mayoría de los consumidores solían fijarse únicamente en el precio del producto, ignorando la marca o la procedencia. Esto ha cambiado. El consumidor se ha vuelto más exigente, y ahora piensa más en una relación costo-beneficio. Ya no sólo se busca un buen precio, sino que se considera la calidad y los beneficios que ofrece el producto.
Esto significa que hay un cambio en la valoración de los atributos del producto por parte del consumidor. Ya no sólo se trata de una buena apariencia y buen precio, sino de garantizar un buen descanso saludable y el máximo confort.
Así, la industria debe consolidarse teniendo en cuenta estos aspectos para seguir creciendo en ventas, ofreciendo cada vez mayores beneficios a nivel salud, bienestar y confort.
Conclusión
El concepto del colchón y la percepción que los consumidores tienen sobre los atributos del mismo, han cambiado en los últimos años, generando un crecimiento de ventas masivo en el sector.
Los consumidores han interiorizado la importancia del descanso en su día a día, y de lo fundamental que resulta contar con un colchón de alta calidad para poder gozar de un buen descanso, un bienestar tanto físico como mental, y una buena salud.
Las ventas de colchones han aumentado notablemente y lo seguirán haciendo, confirmando lo importantes que se han vuelto estos artículos del hogar para nuestra sociedad actual. Así, la industria colchonera, se ha convertido en una industria proveedora de buena salud, confort y buen descanso.
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