Ahorrar y optimizar los recursos consiste en adquirir y mantener una planeación financiera adecuada. Desde muy pequeños nos venden la idea de conseguir rápidamente nuestros sueños: queremos el mejor juguete, el mejor vestido, el mejor calzado, probar y comer todo lo que vemos, esto inculcado por los medios de comunicación que inciden constantemente con campañas de consumismo, donde lo que está de moda es lo que debemos tener, si nos desviamos del estereotipo, la sociedad se encarga de hacernos sentir por fuera de contexto, vales por lo que tienes y no por lo que eres, nos comparamos constantemente con el compañero, el vecino y el amigo, debemos tener el último juego, la última cartera, el mejor auto, nuestra casa debe ser la mejor decorada, ni comentar de los aparatos tecnológicos, estas out donde no tengas el celular de última generación, el computador con mayor capacidad, el televisor con la pantalla más grande, el último aparato para la cocina o para bajar de peso, en fin, un sin número de necesidades creadas para supuestamente satisfacernos y que cada día nos alejan más de la felicidad, contribuyen a crear ideales para parecer y no ser.
“La planeación financiera consiste en administrar adecuadamente los recursos económicos con el fin de cumplir nuestros sueños y expectativas”
El consumismo y la inmediatez nos llevan a querer alcanzar rápidamente los sueños y apresurarnos en obtener lo anhelado, descuidando la administración de nuestros recursos. Soñar y querer superarse no es malo, por el contrario le da sentido y finalidad a la vida, sin embargo, la velocidad con la que obtenemos las cosas no es tan sana porque dejamos de lado valores tan importantes como la honestidad, el respeto, la lealtad y permitimos que otros tomen las riendas de nuestra vida con decisiones que impactarán nuestro futuro económico, es el caso de las entidades financieras que generan a través de las campañas de expectativa de crédito una necesidad que seguramente no tenemos y tras esa necesidad una oferta de crédito con una aparente tasa de interés baja, cuota cómoda y agilidad en la entrega del dinero, condiciones que no siempre favorecen las finanzas personales.
La planeación financiera consiste en administrar adecuadamente los recursos económicos con el fin de cumplir nuestros sueños y expectativas, por ejemplo, queremos un viaje en familia, ahorremos para esta destinación, la educación universitaria de los hijos se puede programar desde que están pequeños a través de títulos de capitalización, la adquisición de una casa o vehículo requiere como mínimo programar un ahorro para la cuota inicial, para prever la vejez el ahorro a través del fondo de pensiones. Definir la capacidad de ahorro y/o endeudamiento es necesario para una buena planeación financiera, para ello debemos tener claro los ingresos netos que se reciben, es decir descontar los conceptos como salud, seguridad social, impuestos y otros, de igual manera establecer los gastos fijos y extraordinarios; transportes, alimentación, educación, vestuario, salidas y gustos, posterior a esto restar de los ingresos netos los gastos, y esta es la capacidad de pago para ahorrar, invertir o adquirir otras obligaciones y/o compromisos.
En la actualidad las formas de ahorro son múltiples, desde el ahorro en casa a través de la optimización de los recursos; ahorro en servicios públicos, mercado bodega, siendo creativos y recursivos en el entretenimiento en familia, disfrutar de un buen almuerzo y cena en casa; manejar una alcancía en familia con una destinación específica; abrir un ahorro programado con el compromiso de consignar periódicamente para una finalidad; cuando se tiene un excedente en el flujo de caja o liquidez se puede abrir una inversión como un CDT, mantener una cuenta de ahorro , un ahorro capitalizable, ahorro en el fondo de pensiones, en fin un sinnúmero de posibilidades para administrar el efectivo.
Es nuestra responsabilidad la formación de nuestros jóvenes y niños en este aspecto, si queremos personas autogestoras que tengan control de sus vidas, debemos inculcar valores y principios donde sea más importante el ser que el parecer, donde desde pequeños aprendan a ser pacientes para alcanzar sus sueños, enseñemos a ahorrar para conseguir lo que se quiere, una alcancía, una mesada, una cuenta de ahorro a su nombre, que valoren lo que tienen y empiecen a planear su futuro.