El mundo se ha visto enfrentado a una crisis sistemática que no vivía desde la gripe española hace más de un siglo, y hemos visto como desde las grandes economías en el mundo, hasta las más pequeñas, se ven vulnerables ante los efectos que la pandemia ha ocasionado no solo en la salud pública, los sistemas de emergencia, si no también en la economía de los hogares y empresas, que han visto un detrimento en sus ingresos principalmente ocasionado por el cierre total de la mayoría de los establecimientos de comercio, lo que genera una reacción en cadena perjudicando sobre todo a aquellos informales y más aversos a la tecnología.
Con cien años de diferencia entre la gripe española y el Covid-19, hemos visto claras mejoras en los sistemas públicos de salud, el desarrollo de la ciencia buscando nuevas vacunas, y en general una humanidad más consciente de la importancia de la higiene personal y cuidados necesarios para no llegar a millones de muertes como en el pasado, pero y ¿Qué hemos aprendido de la forma en la que nuestras economías deben seguir?, hoy día cargamos en el bolsillo un dispositivo (Smartphone) que supera con creces a la tecnología que lanzó el primer hombre a la luna, ¿Estamos aprovechándolo de la forma correcta?.
La respuesta puede ser positiva en la mayoría de los casos, la tecnología ha llegado para facilitarnos la vida, para hacer más cortas las distancias gracias a la mensajería instantánea, llamadas de video, incluso para transportarnos y mercar podemos aprovechar los sistemas que tenemos hoy día, y así para muchos otros aspectos de nuestra vida cotidiana, donde el uso de diferentes plataformas nos permite estar más cerca de lo que queremos sin esforzarnos demasiado.
Y aunque la tecnología está cada vez más presente en nuestras vidas, no lo es tanto cuando de procesos financieros se trata, pese a que poco a poco las denominadas Fintech, acrónimo del inglés de “Tecnología Financiera”, se han abierto camino para resolver con soluciones tecnológicas los procesos financieros del día a día, debemos mejorar la adopción y utilización de estas plataformas para aprovecharlas a nuestro favor y evitar de esta manera que nuestras economías se vean ampliamente perjudicadas por los actuales acontecimientos.
Dentro de los segmentos de las Fintech, uno de los que cobra mayor relevancia en términos de impacto económico es el de crédito digital, los cuales presentan efectos positivos a la economía ya que logran reactivar el ciclo de consumo entre empresas y hogares, haciendo que haya mayor liquidez para la adquisición de bienes o servicios y activando de esta manera el comercio que se ha visto fuertemente maltrecho con las medidas de cuarentena por la que han optado los gobiernos alrededor del mundo.
* “La plataforma financiera, integra en su ecosistema cientos de comercios que han visto incrementar sus ventas entre un 20% a 25% gracias a estar afiliados a ella, ya que les da la posibilidad de ofrecer en sus puntos de venta, físicos o digitales, el crédito que necesitan sus clientes para comprar el producto ofrecido.”
Otra de las grandes ventajas de los créditos digitales es que logran aumentar la bancarización de las personas, ya que por medio de tecnología los desplazamientos o la falta de cobertura quedan relegadas a un segundo plano permitiendo que disminuyan los peligrosos gota a gota y se opte por una solución justa a la hora de tener que recurrir al crédito bien sea para salir de un apuro económico o de satisfacer una necesidad de una manera eficiente y justa para las partes.
Y es en este proceso de lograr la democratización de acceso al crédito mediante la tecnología que plataformas como BioCredit pueden ayudarle a las personas a acceder a créditos que pueden ir desde los $100.000 para salir de un apuro, como créditos que sobrepasan los $100millones para compras más planeadas, como las de un automóvil, educación o incluso para la compra de vivienda nueva o usada, conectando a miles de usuarios con necesidades de crédito con múltiples entidades crediticias que los ofrecen, ya que la plataforma se conecta en línea con múltiples Bancos, Compañías de Financiamiento, Cooperativas, e inclusive otras Fintech para que las personas puedan acceder por medio de la misma aplicación al crédito deseado escogiendo el que más se adecúa a sus necesidades particulares.
Pero el crédito siempre será una herramienta para lograr un fin, un propósito más allá del simple dinero, un crédito lo utilizamos para comprar bienes o servicios que deseamos, como cambiar esa vieja tele, mejorar nuestra calidad de sueño con un nuevo colchón, o simplemente acceder a un servicio que necesitamos, y es allí donde la plataforma financiera integra en su ecosistema cientos de comercios que han visto incrementar sus ventas entre un 20% a 25% gracias a estar afiliados a ella , ya que les da la posibilidad de ofrecer en sus puntos de venta, físicos o digitales, el crédito que necesitan sus clientes para comprar el producto ofrecido.
Otro paradigma que se está rompiendo con respecto al crédito, gracias a la tecnología, es que es un negocio exclusivo del sector financiero, ya que empresas de tecnología fintech apoyan a todo tipo de entidades y de diversos sectores como el solidario, financiero, y sector real, a construir plataformas para el ofrecimiento de créditos con altos niveles de tecnología como Biometría, Machine Learning e Inteligencia Artificial, para que otorgar crédito sea seguro, eficiente, y los lleve a un nivel muy superior de lo que tradicionalmente se ha hecho para el análisis y procesamiento de las solicitudes de crédito.
En definitiva, la tecnología ha permitido que nuestras vidas sean más cómodas y placenteras, pero es momento de aprovecharla para mejorar nuestras economías, para ser más competitivos en el mercado, para lograr, con procesos digitales, superar y salir fortalecidos de esta crisis que nos ha demostrado como lo decía siglos atrás Charles Darwin que “Las especies que sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.
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