«La ventaja de manejar un portafolio diversificado de startups es que se incrementan las posibilidades de invertir en un ganador que pueda devolver la inversión de manera exponencial.»
El valor de las acciones de una empresa se define cuando hay una transacción de mercado, es decir es el precio al cual un comprador está dispuesto a adquirir una acción o paquete de acciones de un vendedor dispuesto a hacerlo al mismo precio. Si la acción está listada en algún mecanismo de negociación centralizado, entonces ésta se establece en tiempo real cada vez que hay una transacción bursátil. Sin embargo, para empresas que no están listadas, como las startups, no hay manera de marcar el valor en tiempo real.
Sin embargo, es importante que el administrador de un fondo de inversiones tenga una estimación del valor de su portafolio o haga un ejercicio de valorización periódica (cada seis meses por lo menos) por varias razones, entre las cuales están las siguientes.
1. Mantener informados a los inversionistas del fondo y ser transparente con respecto al estado de cada una de las empresas del portafolio, dando un indicador cuantitativo que debe acompañar al análisis cualitativo de cada una de ellas.
2. Permite intercambiar ideas e información con los emprendedores acerca de sus proyecciones y expectativas de valor actuales y hacia el futuro. Acá es sobre todo útil enfocarse en cuáles son los indicadores que agregan valor a la empresa. Destacan algunos indicadores no financieros como usuarios, engagement, acumulación de data y otros financieros como ventas recurrentes o flujo de caja.
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3. Identificar a los ganadores o estrellas del portafolio lo antes posible, pues es ahí donde debe enfocarse el follow-on y los esfuerzos de apoyo. La ventaja de manejar un portafolio diversificado de startups es que se incrementan las posibilidades de invertir en un ganador que pueda devolver la inversión de manera exponencial. Es por ello que no solo tiene que medirse el valor actual, sino estimar también el valor potencial del negocio. De esa manera se puede seguir apostando por aquellas que tengan mayor posibilidad de escalar y tener una posibilidad de salida por una venta estratégica o listado.
¿Cómo hace entonces un fondo de venture capital para saber cuál es el valor de su inversión?
Ello es un desafío, sobre todo, cuando por la naturaleza del negocio, la mayor parte de las empresas tienen flujos de caja e indicadores de rentabilidad negativos. Es decir, que las metodologías clásicas que utilizan múltiplos de empresas comparables listadas o incluso de transacciones comparables no se pueden aplicar. También es complicado en etapas tempranas estimar un flujo de caja para descontar, porque existen aún mucha incertidumbre como para realizar proyecciones precisas. Ryan Law en su artículo ” Startup valuation methods explained” expone algunas de las más populares para valorizar al momento de la inversión.
En el caso de un gestor de fondos el ejercicio se da cuando ya la empresa está en el portafolio por lo que deben tener consideraciones adicionales. Siempre se deberá dar prioridad a eventos de mercado, es decir utilizar en la medida de lo posible una ronda de levantamiento de capital que esté ocurriendo o haya ocurrido hace poco. Otra manera es comparar los indicadores actuales a los que habían en el momento de la inversión para ver cuánto pudo haber aumentado o disminuido el valor de la empresa.
Ello se complementa con criterios como la cantidad de países donde ha logrado expandirse, si ha cumplido con los objetivos planteados a la hora de inversión, cómo ha mejorado o empeorado el equipo, entre otros. Estos ejercicios nos permiten también evaluar si una potencial venta o salida en algún momento corresponde o no a las expectativas. Es en ese momento, donde finalmente se establece el valor real y no teórico de las inversiones, es decir el momento de la verdad.
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