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Recién cumplido el primer año en que la humanidad experimentara una de las crisis modernas más fuertes, sin precedentes y completamente inesperada, son varias las preguntas que quedan sin resolver y surgen nuevas preocupaciones respecto al futuro económico y social de nuestro planeta.
Cuando analizamos lo que ha pasado durante los últimos 12 meses y vemos como la reactivación económica del mundo está directamente relacionada con la capacidad de vacunar a la mayor cantidad de población lo más pronto posible, quedan en evidencia, de manera contundente, las deficiencias en la ejecución de los gobiernos y los problemas estructurales, como en pocas ocasiones en la historia, podemos comparar de manera más justa, peras con peras, pues todo el mundo está enfrentando al mismo tiempo, el mismo problema y todos están en la misma carrera ejecutando el mismo plan de acción, vacunar.
Por eso es más contundente ver los problemas estructurales de fondo, desde luego también es fundamental la capacidad de reacción y ejecución de cada gobierno, pero en general se puede ver que el mundo esta divido en dos grandes grupos, los países desarrollados con recursos y los países subdesarrollados con grandes limitaciones de recursos.
Dado este contexto, es concluyente que la desigualdad o inequidad global es cada vez más marcada y se ha venido agudizando en lugar de ir disminuyendo, en ese aspecto América Latina es una de las regiones con mayor índice de desigualdad e inequidad, lo cual se puede ver reflejado también en los índices de vacunación comparados con los demás países del mundo: como están las cosas, el progreso en la vacunación, puede convertirse en un nuevo indicador de medición de inequidad y desigualdad, bastante confiable.
¿Pero cómo podemos influir o actuar para atacar este problema estructural?
Recientemente vemos una tendencia global que viene creciendo bastante bien en Latam y tiene que ver con el auge de los emprendimientos o startups de alto impacto con crecimiento exponencial, en esta tendencia que viene cogiendo más y más fuerza, se pueden reconocer referentes como Rappi, Nubank, D-local, Creditas, Cornershop, Frubana, entre otros, estas compañías privadas que son respaldadas por capital de riesgo o Venture capital, han venido liderando el desarrollo de un ecosistema de emprendimiento que viene aprendiendo y emulando los que sucede en mercados mucho más maduros como Sillicon Valley, UK o Israel, en donde este tipo de compañías se han convertido en un motor imparable de generación de valor, a través de la creación de empleos calificados y altas inversiones en innovación e investigación para potencializar soluciones a grandes problemas que agobian a la humanidad en su vida diaria, pero de manera escalable y eficiente.
Esta nueva ola de emprendimientos puede ser la llave para que un problema estructural como la desigualdad e inequidad, se pueda atacar de frente y con perspectivas de mejora para nivelar la cancha para todos los jugadores y empezar a cerrar las brechas de inequidad. Para eso, tenemos ejemplos concretos de startups que están enfocadas en mejorar y transformar las condiciones sociales y económicas de sus usuarios, a través de acceso virtual a educación y formación en los temas que los nuevos modelos de negocio más demandan, como programación, analítica de datos, diseño de interfases de usuario, marketing digital, entre otras.
Los economistas expertos reconocen que dos de los factores que inciden y atacan de frente el problema de la desigualdad, son el acceso a educación y el acceso a crédito, por eso así como unos ya están trabajando en dar acceso a educación de calidad de manera virtual, para que las personas desarrollen habilidades y competencias relevantes y apetecidas por el mercado laboral, logrando de esta forma aumentar sus ingresos y mejorar su capacidad adquisitiva para subir en la escala social y acceder a mejores oportunidades. Otros estamos trabajando para que las personas que tienen menos oportunidades, puedan tener alternativas justas y acordes a sus necesidades. Por ejemplo, cuando el 95% de nuestra clase laboral ganan entre 1 y 4 salarios mínimos, es necesario que esta población pueda acceder de manera fácil, rápida y segura a opciones que le permitan disponer de su salario de manera inmediata a través de servicios financieros justos y diseñados para ellos, o de poder comprar y adquirir los bienes mínimos necesarios (nevera, lavadora, salud, esparcimiento, etc) para tener una calidad de vida básica de manera fácil sin que les cueste más.
Cuando este segmento de la población pueda contar con este tipo de soluciones, se empezarán a crear las oportunidades a las que antes no tenía acceso, debido a que no son un perfil principalmente atractivo para los grandes jugadores del sistema financiero, dados sus procesos tradicionales e ineficientes. Sin embargo, para las FinTech es su mercado natural porque el modelo de negocio nace enfocándose en este segmento de la población, donde históricamente han sido excluidos y marginados, por el simple hecho de no cumplir con los perfiles de riesgo y políticas de entidades tradicionales que no nacieron con un propósito más equitativo y socialmente responsable.
“Linxe es el aliado de las empresas para la inclusión financiera de sus colaboradores” “cómo podemos ayudarte?”