Alrededor de un millón trescientos mil establecimientos empresariales y comerciales emiten facturas de forma electrónica
El país ha estado llevando a cabo una serie de proyectos orientados hacia la modernización del sistema fiscal. En los últimos años, se ha avanzado considerablemente en la implementación del modelo de facturación electrónica, lo que ha normalizado su uso. Actualmente, alrededor de un millón trescientos mil establecimientos empresariales y comerciales emiten facturas de forma electrónica.
Los ciudadanos colombianos han adquirido una mayor familiaridad con el concepto de factura electrónica y el proceso asociado.
Es común observar que, después de un encuentro con amigos, una comida fuera de casa o algunas compras, las transacciones se registren electrónicamente. Esto ocurre especialmente luego de que la normativa exija la emisión de una factura electrónica para compras que superen los $212.060. Dicha factura se convierte en el principal documento para la deducción de costos, en el caso de empresas, y en un respaldo fundamental para las declaraciones de renta de personas naturales en circunstancias específicas.
La reforma tributaria del artículo 336 de la Ley 2277 de 2022 permite a las personas naturales deducir el 1% del valor total de sus compras de bienes o servicios en su declaración de renta, siempre que cuenten con facturas electrónicas como respaldo. Esto beneficia a los contribuyentes que deben declarar el próximo año
A pesar de que el país ha avanzado significativamente en su transformación fiscal, la cantidad de «facturadores electrónicos» sigue siendo bastante limitada en comparación con la meta establecida por las autoridades fiscales, que busca alcanzar los ocho millones de contribuyentes emitiendo facturas electrónicas. Sin embargo, han transcurrido más de cinco años y, desde todos los proveedores electrónicos autorizados para brindar este servicio, solo se suman un millón trescientos mil contribuyentes que han adoptado esta modalidad.
Además de estos objetivos fiscales, diversas leyes y normativas promueven beneficios de diversa índole para fomentar la formalización de negocios, emprendimientos, microempresas y proyectos empresariales que impulsan la economía del país. Estos beneficios están destinados a los más seis millones de contribuyentes que aún no se han adaptado a las normativas y no han implementado un sistema de facturación electrónica. Este sistema se percibe como una garantía de seguimiento de ingresos, una herramienta para agilizar procesos y un impulsor de negocios.
La facturación electrónica no es un proceso complicado ni costoso, y la entidad fiscal ofrece un modelo básico de facturación electrónica de forma gratuita. Existen diversas alternativas, planes y paquetes disponibles, y lo más importante es que muchas empresas se han comprometido a cooperar y capacitar a los contribuyentes en la transición hacia la facturación electrónica. “Aunque aún estamos lejos de alcanzar la cifra objetivo, es probable que las sanciones se apliquen en un futuro cercano, y la entidad fiscal buscará que el país cumpla sus obligaciones para financiar la educación, la salud, las infraestructuras y lograr una verdadera transformación. Ha llegado el momento de cumplir con la normativa y buscar la mejor alternativa para su negocio.