Dentro de las múltiples actividades desarrolladas al interior de una firma de Consultoría, llámese banca de inversión, asesoría financiera, estructuración financiera, etc, se encuentra la denominada como Valoración de Negocios en marcha o Valoración de Empresas, en donde, se busca establecer en términos monetarios la cuantificación real de una Empresa.
Sin embargo, considero pertinente, iniciar refiriéndome a los conceptos más básicos para definir a una Empresa al citar que se trata de una Entidad, que, en su definición hace referencia a una asociación de personas para realizar una actividad, también, se trata de una “Organización” haciendo referencia a la reunión de personas con el fin de realizar una tarea y buscando el bien común.
Pero encuentro, como siempre en Google, una definición simple pero profunda de lo que es una empresa siendo la “Acción o tarea que entraña esfuerzo y trabajo”. Mencionando esto, ahora si podemos dar inicio a esta columna refiriéndonos a esa raza de seres humanos, quienes espero sigan esta mi nueva aventura, que en un momento de la vida tomaron la decisión de emprender un sueño llamado Empresa, y que con el pasar de los años han logrado crear un equipo de trabajo que encaja perfectamente en las definiciones anteriores y a las cuales yo les agregaría dos ingredientes que son, la resiliencia y los sueños, porque al interior de las empresas se construyen los sueños de todos y cada uno de los que las conforman.
Dentro de los diferentes procesos de valoración de empresas, en los cuales desde mi firma de consultoría he tenido la gratísima oportunidad de trabajar, he encontrado un factor común en todos y cada uno desde el inicio del proceso, pues creo desde mi humilde opinión, que la primera charla para dar inicio a una Valoración se debe sostener de manera franca y sincera con el artífice del negocio, para descubrir en esa primera charla, que el empresario sigue conservando la lucidez frente a la esencia del negocio, es decir, esa primera idea con la cual arrancó el emprendimiento permanece intacta brindando elementos, que en la mayoría de los casos, se comprometen al ser valoradas dentro del proceso.
Ahora pues, si vamos al concepto puro de valoración como el “arte de valorar “, partiendo de esta premisa lograremos dar inicio de manera acertada al proceso de poder establecer el real valor de una empresa, ya que, combinaremos los dos conceptos de la definición. En primer término, la palabra “arte” según Wikipedia es “la actividad humana consciente capaz de reproducir cosas”, esto es lo que desde el inicio nuestro valiente empresariado ha realizado, pues construir y hacer crecer una empresa implica esfuerzo y trabajo como lo definimos previamente. El segundo término, “valorar”, que se define al determinar el valor de algo basados en diversos elementos o juicios.
Sin importar la técnica utilizada dentro del proceso de valoración, las cuales explicaré en próximas entregas, considero que la valoración de empresas no debe limitarse únicamente al procesamiento de datos, pues desde mi punto de vista, la valoración se debe manejar de forma muy sutil y delicada semejando al impecable trabajo de un sastre, es decir, la valoración de una empresa debe ser una pieza única e irrepetible y debe, algo que contemple factores no solo los cuantitativos sino también los cualitativos.
Para terminar, les propongo la siguiente reflexión ¿Cuáles considero que son los aspectos cualitativos que le dan mayor valor a mi Empresa?
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