El marketing no solo está asociado a intereses comerciales, así como el E-learning no solo a intereses de gestión humana; esta unión puede aportarle contundentemente a la transformación digital de las compañías, dándole cabida al concepto de edumarketing para la generación de valor en las empresas.
Dice el economista y especialista en mercadeo estadounidense Philip Kotler, que el marketing tiene como objetivo crear, comunicar y ofrecer valor a un mercado objetivo, logrando con ello obtener alguna ganancia[1]. Bajo esta breve explicación se da por hecho uno de sus aspectos inherentes: se trata del establecimiento de una relación entre un emisor, que puede ser una compañía o una marca, y un receptor, que puede ser un interesado o un cliente. Esta explicación aplica también para describir lo que sucede cuando se llevan a cabo procesos de transferencia de conocimiento en las compañías; el valor, en este caso, se centra en la idea de un conocimiento que la organización quiere compartir, ¿con quién? Con aquellas personas que son importantes, que hacen o pueden hacer parte de esa idea de “nosotros” que establece una marca, es decir, sus públicos internos y, en algunos casos, los externos. En ambos escenarios estamos ante acciones dependientes del relacionamiento.
Hoy por hoy, los hábitos de los públicos objetivos han cambiado radicalmente y han obligado que tanto el marketing como la transferencia de conocimiento se tengan que redefinir, en especial cuando la tecnología, la velocidad de la información y la bidireccionalidad de los medios lo exigen. La transferencia de conocimiento se redefine en el E-learning, destinado a fabricar experiencias de aprendizaje virtual a través de plataformas o aulas virtuales que generan nuevas relaciones de ecologías del aprendizaje y en el caso del marketing, ya es insuficiente concebirlo como la acción comunicativa y estratégica de crear y exhibir anuncios basados en los atributos de los productos y/o servicios. Hoy, como lo dice Kotler, se hace necesario establecer relaciones a través de la entrega de contenidos de valor, incluso ayudando a los públicos de interés a reconocer posibles problemas, antes que presentar la solución o el producto, lo que implica un nuevo panorama donde los contenidos y su valor se mezclan para ofrecer diversas tipologías en múltiples medios digitales, algo así como una multiplicación de puertas o accesos para ese mundo de posibilidades, que es una marca o compañía.
En esa misma dirección, y encuadrándose en la cuarta revolución industrial, aparece la automatización, la cual juega un papel fundamental a la hora de visualizar el escenario de capilaridad y de continua expansión sin fronteras físicas, a nivel de cobertura, tanto para el E-learning como para el marketing. Acá surge la postura suspicaz que asume que el factor humano se hace a un lado; sin embargo, es necesario ser un poco más visionarios y, sin descartar el cerebro pedagógico y el “marketero”, establecer nuevos retos para producir mayor conocimiento y, como lo sabe hacer el marketing, seguir seduciendo a sus públicos, replicando exponencialmente, la velocidad, el alcance y el efecto que pueden producir nuestros contenidos. Inversiones gigantescas que antes hacían las compañías y que se evidenciaban en preguntas comunes como ¿cuántas veces hemos tenido que repetir el proceso de inducción y de re-inducción en la compañía, sin poder verificar ni siquiera su efectividad en los públicos? En aspectos como éste, la automatización permite clasificar el tipo de contenido que se debe entregar o el momento adecuado para ponerlo a disposición de los diferentes públicos y sus segmentos, además de acelerar las entregas y generar data útil para el análisis estratégico del comportamiento de las diferentes comunidades.
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Regresando a la idea de la generación de valor, asumimos que, a través de la tecnología, lo estamos logrando, permitiéndonos, entre muchas posibles acciones de mejora, enriquecer las estrategias didácticas del E-learning, apostando por la creación de potenciadas experiencias de aprendizaje, donde, por ejemplo, la gamificación puede hacer que el aprender sea una gran aventura y el conocimiento pueda realmente transferirse y verificarse.
De esta manera, el contenido valioso, como un regalo, no distingue fronteras en lo que se refiere a escenarios corporativos, comerciales, educativos y/o sociales, no, simplemente es valioso, los públicos lo quieren para sí, reconociendo profundamente al sujeto dador, a ese emisor que también puede ser una compañía que se relaciona más humanamente con sus públicos internos. Es en ese lugar común en lo educativo y lo publicitario se encuentran donde nace el concepto de Edumarketing.
Casos de Edumarketing
Es el caso de Argos, con su comunidad 360 en Concreto (360enconcreto.com), un espacio creado para aprender, compartir y comentar ideas sobre la industria y el mundo de la construcción, de acceso libre para todos los públicos y acceso premium para clientes, utilizando herramientas de E-learning y marketing para atraer y fidelizar a sus públicos objetivos.
También se encuentra Eduardoño, una empresa comercializadora de productos para el sector náutico con 70 años de trayectoria, que aplica hoy el edumarketing para agregar valor a través de la transferencia de conocimiento: una comunidad de acceso libre, www.academiaeduardono.com, con más de 50 cursos técnicos en un aula virtual, encuentros en vivo, una biblioteca virtual y una comunidad en crecimiento de más de 7.000 usuarios orgánicos en la plataforma.
De esta manera creemos que es evidente que el marketing no solo está asociado a intereses comerciales, así como el E-learning no solo a intereses de gestión humana; esta unión puede aportarle contundentemente a la transformación digital de las compañías, dándole cabida al concepto de edumarketing para la generación de valor en las empresas y el estrechamiento de relaciones.
Y, aunque al buscar la definición generalizada de edumarketing, nos relacione exclusivamente el marketing educacional o el marketing estratégico para las instituciones educativas, una revolución inicia con la acción curiosa de mirar desde otra perspectiva lo que la mayoría aprecia desde un único lugar. Nosotros, sin embargo, creemos que podemos redefinirla a través del relacionamiento de dos puntos de vista en cuestión: cómo desde el marketing podemos transferir conocimiento y cómo desde el E-learning podemos hacer marketing.