No puedo empezar a hablar de educación sin nombrar al maestro por excelencia: “Jesús”, el vino a enseñarnos una educación basada en historias y narraciones cortas que ahora son argumentos empleados por conferencistas que enseñan a empleados y empleadores en grandes escenarios.
Las parábolas de Jesús, no eran para todos, él decía “el que tenga oídos para oír que oiga”. Esto rompe esquemas porque todos oyen, pero no todos escuchan. Oír es lo que todos hacen, pero no todos ponen en práctica lo que escuchan. Todos los días escuchamos música, radio, tv, Netflix, cine, noticias, redes sociales etc. y esa acumulación de conocimientos se almacena en nuestra mente como una bodega donde hacemos espacio día a día para almacenar más y más.
¿Cuándo sacaremos de nuestra bodega mental lo que hemos aprendido y lo pondremos en práctica? Somos como el robot de moda al que se le llama “ChatGPT” donde almacenamos una y otra y otra información, pero a la hora de actuar frente a lo que hemos aprendido, nos comportamos como máquinas y solamente expresamos lo que una vez oímos o almacenamos en nuestra mente, pero no somos capaces de empezar a actuar como lo que Dios nos ha creado: “Seres humanos hechos a su semejanza, capaces de enfrentar lo que sea como sea y cuando sea, emprender, realizar, actuar “. Dejamos que otros piensen por nosotros, que decidan por nosotros, que actúen por nosotros y terminamos siendo esos robots Gpt que están de moda.
Las universidades siguen graduando desempleados con conocimientos, los individuos siguen actuando como empleados, las mentes siguen graduándose para hacer oficios o labores mecanizadas, las ideas en nuestra mente van almacenándose en la vieja bodega, de una mente que cada día da espacio con el olvido de sus conocimientos, a nuevos conocimientos, sin detenerse a darle un uso adecuado a cada conocimiento que se adquiere día tras día. Es por esto que poco a poco seremos reemplazados por máquinas que harán nuestra labor o nuestro oficio, y esto será consecuencia de no escuchar las palabras que nos dijo nuestro hacedor: “Son hechos a mi imagen y semejanza” . Si esto lo dice el creador del hombre, lo hemos oído, pero no hemos escuchado: ¡Somos hijos de Dios, somos creados para crear, somos generadores de vida, somos procreadores de cosas nuevas, se nos ha dado el poder de hacer y de actuar y de conocer que, si para nosotros hay algo imposible, para Dios si es posible y Dios vive en nosotros! ¡Por lo que todo es posible para el que cree! El maestro por excelencia no lo enseño, pero nunca usamos el manual de instrucción de nuestra vida que es la Biblia y nos comportamos como hombres rutinarios que actúan y piensan como máquinas.
Es hora de dejar de alimentar las máquinas y desarrollar nuestro pensamiento, es hora de pensar en grande y hacer cosas grandes. Mientras unos inventan robots, otros alimentan los robots con nuestros conocimientos para que un día, nosotros solo estemos al servicio de una máquina que otro humano “más inteligente que nosotros” lo creo para manipularnos.
Así empezaron las redes sociales, a reemplazar nuestros diálogos por celulares, a manipular nuestros comportamientos y ahora vemos solo fotos de actividades que hacen otros: “los influenciers” para seguirlos como maquinas programadas y nuestro día a día termina siendo la imitación de otra persona que no tiene nada que ver con nuestra esencia y que anula nuestra mente y nuestro actuar.
¡Es hora de dejar de actuar como robots y comportarnos como humanos hechos a la semejanza de Dios, capaces de aprender, emprender y actuar!