«Es evidente que la ciberseguridad en las empresas no es una opción, sino una necesidad, ya que, en un mundo interconectado, donde la información es un activo invaluable, las brechas de seguridad pueden tener consecuencias devastadoras.»
En un mundo de seres vivos, lo artificial ha cobrado protagonismo y en cierta manera, vida. ¿Hasta qué punto, la tecnología podría reemplazar a los seres humanos? La respuesta es simple, y es que ninguna tecnología lo hará, por el simple hecho que fue creada por nosotros. Nikola Tesla mencionó alguna vez, que cuando las conexiones inalámbricas sean lo suficientemente desarrolladas para aplicarlas de manera correcta, el mundo entero se convertiría en un gigantesco cerebro. Esto fue en 1926, hace 97 años exactamente.
Si analizamos esta frase, Tesla veía algo subrepticio para su época, como diría Marty Mcfly en Volver al futuro 1: “Creo que ustedes no están listos para esto aún, pero a sus hijos les encantará”. Y es que la predicción de Tesla se cumplió a la perfección. La creación del internet y la web conectó al mundo de maneras, otrora inimaginables y permitió el acceso casi ilimitado a 5 billones de gigabytes de información. Definitivamente, el mundo se convirtió en un cerebro gigante. Sin embargo, la historia nos ha demostrado que ningún desarrollo humano es perfecto, y con la implementación del internet, aparecieron nuevos riesgos, virtualmente a la par de esta gran creación humana.
El primer ciberataque registrado fue en 1988, un año antes del gran lanzamiento del internet, cuando este era aún parte de la academia. Lo que se denominó como el “gusano de Morris” logró infectar a los sistemas de conexión de las universidades de Stanford, Princeton, Berkeley e incluso de la NASA. Evidenciando así, la primera perfecta imperfección de las conexiones a gran escala. Y el resto, es historia.
Le puede interesar: Diseño, Implementación y Soporte de Soluciones de Ciberseguridad
Hoy en día se estima que existen más de 2200 ciberataques por día, y que las empresas sufren en promedio, un ciberataque cada 14 segundos. Esto, con un alcance que va desde las empresas más grandes como Uber, Capital One, o Neiman Marcus hasta personas naturales. Y es que, así como en el 2017, un hacker de Lituania convenció a Google y a Facebook de transferir 100 millones de dólares a una cuenta offshore, hace no más de un año me sucedió algo parecido. No, por suerte no transferí a ninguna cuenta 100 millones de dólares, pero mi cuenta de Rappi nunca me había visto gastar tanto dinero en comida china en un lapso de 10 segundos. Y es que esto evidencia que los ciberataques pueden ser en mayor o menor escala, hasta en los aspectos más simples de la vida.
De esta manera, es evidente que la ciberseguridad en las empresas no es una opción, sino una necesidad, ya que, en un mundo interconectado, donde la información es un activo invaluable, las brechas de seguridad pueden tener consecuencias devastadoras. Por lo tanto, se vuelve imperante comprender que las vulnerabilidades no solo están en los dispositivos y en la red, sino que parten de nosotros, sus custodios.
Debemos dejar de concebir a la ciberseguridad como un riesgo netamente tecnológico, y abordar su componente humano. Debemos cambiar nuestro mindset, y generar conciencia sobre la importancia de aprehender la ciberseguridad como pilar fundamental en la cultura y sostenibilidad de una empresa, tomando ventaja de la infraestructura tecnológica disponible.
La capacidad empresarial va de la mano con las capacidades que los líderes desarrollamos para la gestión, por lo tanto, mi invitación para iniciar o acelerar la adopción de la ciberseguridad en nuestra empresa, equipos e inclusive en nuestras vidas.
Lea también: Desarrollo de Habilidades y Conocimiento en Ciberseguridad