La apropiación social del cuidado es una de las principales estrategias para gestionar y generar transformaciones en los diferentes contextos en los que participamos. El cuidado se va convirtiendo en una forma de ser, no solo de las personas, sino también de las organizaciones, ciudades y países.
En las empresas de prevención tenemos el propósito de cuidar la vida, trascendiendo del ámbito laboral hacia acciones, comportamientos y hábitos tanto individuales como colectivos, que protejan al ser en su integridad y a su vez mejoren la sostenibilidad de las organizaciones y comunidades.
A nivel mundial existen indicadores para monitorear el desempeño de los sistemas de aseguramiento en riesgos laborales y suelen ser entendidos como cifras que determinan qué tan segura o insegura es una población en su desarrollo productivo. Se analizan las principales tipologías y causas de accidentes y enfermedades. Afortunadamente, también se habla de innovación, de modelos efectivos de gestión y del mejoramiento de algunas variables clave, como las tasas de accidentalidad; así como de aseguramiento, tendencias y riesgos.
“Si un conductor se queda dormido tan solo dos segundos (microsueño) a una velocidad de 80 Km/h, el vehículo habrá avanzado 44 metros sin control, distancia similar a la longitud de media cancha de fútbol.
Para cuidar la vida de las personas y contribuir con la sostenibilidad de las organizaciones y del país, Sura está comprometida con la Movilidad Segura y Sostenible, siendo consciente del alto impacto de los incidentes viales en la salud pública. A nivel mundial se registran pérdidas humanas estimadas en 1,25 millones de fatalidades al año, siendo la primera causa de muerte en personas entre los 15 y 19 años (1). En Colombia estos hechos dejaron en 2015 cerca de seis mil novecientas muertes, casi 500 más frente a las seis mil cuatrocientas de 2014, siendo la segunda causa de muerte violenta (2).
El modelo propuesto, para una movilidad segura dedica especial atención y prioridad al cuidado de los usuarios más vulnerables en las vías como son los peatones, ciclistas, motociclistas, menores de edad y adultos mayores, entre otros, que están más expuestos o en condiciones que los hacen más propensos a sufrir lesiones y otros eventos adversos. El ciclo de intervención inicia con la observación que facilita el conocimiento de la organización y del entorno en que se desarrolla su Movilidad; continúa con una conversación con la dirección de la empresa, donde basados en los hallazgos se construyen acuerdos para intervenir los riesgos mediante acciones como la gestión de aspectos organizacionales (inhibidores o motivadores de conductas de riesgo en las vías), aspectos personales (relacionados con la velocidad, alcohol, fatiga, uso del cinturón, distracciones, entre otros) y actividades críticas (como entregas a domicilio en moto y el transporte terrestre de trabajadores).
Por último, la fase de seguimiento contempla la investigación y análisis de eventos (positivos y adversos), el monitoreo de indicadores prospectivos y reactivos, revisiones por la gerencia y ajustes para continuar con el Plan de Trabajo. Una de las bondades de este abordaje es que no se limita a aquellas empresas que por ley deben implementar un Plan Estratégico de Seguridad Vial, sino que abarca a todo tipo de organizaciones, de diferentes sectores económicos y dinámicas, cuyos conductores, pasajeros y peatones hacen parte del sistema de la movilidad.
El incremento del parque automotor, las nuevas tecnologías que incorporan -por ejemplo- el uso de drones, vehículos autónomos, soluciones de asegurabilidad soportadas en telemática, entre otros, nos exigen monitorear y analizar continuamente las nuevas necesidades, los escenarios y las realidades de nuestros clientes, aliados y comunidad, para aportarles valor agregado.
Gestión de la Fatiga en la Conducción
Estudios han calculado que alrededor del 20% de los accidentes mortales en carretera y el 30% de los accidentes graves de tránsito están relacionados con fatiga del conductor, además revelan que los conductores con mayor riesgo de estar involucrados en choques relacionados con la fatiga son: conductores jóvenes, trabajadores por turnos (incluidos conductores de vehículos pesados) y conductores con trastornos del sueño.
Por tal motivo y como una de las estrategias que apalancan la gestión del modelo de Movilidad Segura, construyó una nueva guía que desarrolla temáticas como: reconocimiento de signos de fatiga, cómo esta afecta al conductor y las principales consecuencias, autogestión del conductor, gestión de las organizaciones y las familias como agentes de prevención. Adicional, la herramienta que puede ser consultada y descargada de manera gratuita del sitio web www.arlsura.com, contiene test que facilitan la identificación de la fatiga para disminuirla como factor de riesgo.
“El 35% de accidentes laborales mortales en 2016, en las empresas afiliadas a ARL Sura, provinieron de situaciones de tránsito, por lo cual, con iniciativas como esta guía para la gestión de la fatiga, estamos propiciando cambios en los hábitos de los conductores del país para que al exponerse a los riesgos de la movilidad estén en condiciones óptimas de aptitud y de alerta y puedan tener un desempeño acorde y seguro en su labor. Esto aporta directamente a la reducción de incidentes en las vías y a la construcción de un país más competitivo”, puntualizó Adolfo Vargas.
“Evolucionamos de una mirada tradicional de la seguridad vial y sus tres principales componentes: vías, vehículos y personas, a un enfoque más sistémico que se centra en la interrelación de cuatro pilares: Organización, Personas, Entorno Seguro y Sostenibilidad, que van más allá de cumplir requisitos normativos e incorpora a la Movilidad atributos que la hagan más segura y sostenible, reconociendo a las personas y organizaciones que se comprometen con el propósito de cuidar la vida”, asegura Adolfo Vargas Cadena.
BIBLIOGRAFIA
- Organización Mundial de la Salud. Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2015. Francia, 2015.
- Instituto Nacional de Medicina Legal. Forensis 2015. Bogotá, Colombia: s.n., 2016.