El éxito de una empresa no depende del azar o de la casualidad, es un esfuerzo estratégico, coordinado y bien ejecutado. Cada organización requiere de distintos tipos de equipos y estos, se conforman por distintos perfiles de personas.
Tengo la firme convicción, y así lo estamos haciendo en La Haus, que el ecosistema startup de nuestro país necesita empresas de alto nivel competitivo, que se midan con América Latina y otros países del globo. Necesitamos reclutar a equipos altamente motivados, de gran desempeño y clase mundial.
Para ser los mejores, necesitas un equipo con el mejor talento, personas inquietas, que disfruten la incomodidad mental, los retos. Para lograr equipos altamente efectivos en una startup necesitas perfiles que se vean motivados por los retos de tu proyecto, que sean altamente competitivos y ambiciosos, que piensen en grande, y que de forma ética, salgan a transformar el status quo, a pelearse con lo tradicional y lograr cosas extraordinarias.
Solo un equipo con estas características logra hacer que la crisis del COVID, se convirtiera en una oportunidad, siendo dinamizador de la economía y un acelerador de cambios y de la adopción del mercado proptech, porque son ellos quienes entienden y ponen a disposición de los demás herramientas digitales que transforman mercados.
¿Cómo puedes administrar equipos conformados y liderados por personas con personalidades tan imponentes?
Recién terminé de ver “El último baile” en Netflix, un excelente repaso por la historia y eventos que llevaron a Phil Jackson y los Chicago Bulls a convertirse en el legendario equipo de baloncesto. Es una historia extraordinaria, de cómo el talento individual y la unión de personalidades extremadamente competitivas, con un proyecto común, complementando sus habilidades y con un auténtico sentido de equipo, se vuelven una fuerza imparable que supera sus talentos en lo individual.
Como fundadores o directores de startups, tenemos el mismo reto: buscar gente muy ambiciosa, inteligente y astuta, pero queremos que sepan jugar en equipo, porque el talento individual gana partidos, pero es el trabajo en equipo el que gana campeonatos, el que gana mercados.
Me gusta buscar gente muy ambiciosa, pero con alma; gente inconforme, pero propositiva; que le guste ser parte de algo que está transformando una industria. Para ello me gusta conocer a la gente, hablar con ellos, saber sobre sus familias, de dónde vienen, qué los motiva. Busco a esas personas que siempre están aprendiendo, que son capaces de pivotar rápidamente, de adaptarse.
No es sencillo, pero si tienes una visión clara, puedes conformar un equipo que coincida con ella. Y nuestro trabajo como fundadores y directores es conseguir el capital que se necesita para retener ese talento y brindarles el entorno y aliados que requieren para triunfar, ponerles retos enfrente y quitarnos de en medio. NO debemos estorbarle a la gente altamente efectiva y competitiva, a esos jugadores ambiciosos que van a hacer triunfar la empresa.