En ésta etapa de nuestro desarrollo, con un entorno económico mundial complejo por todos conocido y suficientemente analizado y diagnosticado, lleva a una expectativa de crecimiento moderado de nuestra economía. Sin embargo, es una perspectiva de crecimiento positiva, con una actividad económica que demanda productos, materias primas e insumos de origen nacional; un mercado local ampliado dado el crecimiento de la clase media, un potencial de expansión de mercado con productos competitivos en aquellos países con los cuales tenemos tratados de libre comercio, un nuevo modelo y entorno donde la sostenibilidad juega un papel preponderante, obliga a nuestro aparato productivo, y especialmente a la Pymes, a ser más innovador, competitivo, productivo; lo cual genera, entre varias necesidades en las empresas , la de contar con nuevos bienes de capital y tecnología, si quiere ser actor relevante en el inmediato futuro.
Las perspectivas positivas de desarrollo de la economía, no siempre se traducen en igual dinámica y en forma similar a una parte de las Pequeñas y Medianas empresas, toda vez que son estas las que sufren a diario la fragilidad en el flujo de caja, la imposibilidad de entregar garantías a los financiadores y la necesidad de pagar obligaciones que no están acordes con su ciclo de negocio.
Y es así como surge en este contexto, el reto para los financiadores de entender las diversas operaciones como un proyecto, en donde se deberán prestar especial atención a la viabilidad del mismo, al flujo de caja y a la posibilidad de repago de la obligación; rompiendo así con el análisis tradicional del banquero respecto de la capacidad inmediata de pago y de las garantías ofrecidas
Dado lo anterior, un instrumento financiero idóneo para alcanzar un desarrollo y una productividad más sostenible y poder competir tanto en el mercado local como en el global, es el leasing; una alternativa diferente con la que cuentan las Pymes y que les representa la posibilidad de conseguir periodos de gracia durante el tiempo de importación y puesta en marcha de los equipos en aquellos casos en los que se esté importando bienes de capital y tecnología; el poder modelar el canon de arrendamiento al ciclo productivo del negocio, disminución de exigencias de garantía dado que esta es el mismo bien a financiar; sin olvidar la ventaja de poder ser usuario de la última tecnología frente a ser el propietario de activos que velozmente se tornan obsoletos.
Esta alternativa permite la financiación de amplia posibilidad de activos tales como: bodegas, locales comerciales, vehículos de uso comercial, equipos médicos y de tecnología, maquinaria para diferentes actividades, etc.
Permite adelantar los proyectos porque la compañía de Leasing paga anticipos al proveedor en la etapa de fabricación, construcción o importación de los activos, y un atributo intangible, pero de gran valor es la asesoría para la estructuración de sus operaciones: acompañamiento en la compra del activo, en aspectos financieros, jurídicos, tributarios, aduaneros y cambiarios.
De otra parte, el entorno normativo es positivo para las operaciones de leasing en el 2016, puesto que el supervisor bancario en septiembre de este año, expidió una normativa reconociendo la realidad física de los activos objeto para éste tipo de financiación, y amplió los plazos de vigencia de los activos dados en leasing como garantía de las operaciones, circunstancia que facilitará el acceso de las pequeñas y medianas empresas a la financiación.
Adicionalmente, el leasing le facilita a las Pymes la renovación tecnológica, mejora logística y facilita el desarrollo de cadenas de valor y la reducción de su endeudamiento; aspectos que se verían reflejados en la optimización del tiempo y de los recursos, y que permitiría concentrar sus esfuerzos en la creación de valor, y la capacidad para poder competir.
Sin lugar a dudas, las empresas Pymes tienen que dar un salto al futuro, con un enfoque más innovador, más participativo de un sistema económico con una mayor exigencia en productividad y en ofrecimiento de valor agregado, que demanda mayores inversiones productivas para las cuales la alternativa de Leasing sigue teniendo vigencia absoluta.