Se espera un crecimiento de 2,0% del PIB en el 2018.No obstante, la expansión de la economía en 2018 se dará a dos velocidades diferentes. El PIB del primer semestre del año tendrá un crecimiento muy similar al reportado, en promedio, en 2017. Sin embargo, en el segundo semestre, la aceleración será mayor, especialmente al cierre del año. El marchitamiento de factores que causan incertidumbre posiblemente favorezca la actividad económica en el segundo semestre del año a partir de una recuperación más marcada en la confianza interna y en la demanda privada, especialmente a través del componente de la inversión.
“Las menores tasas de interés, el mejor comportamiento de la inflación, la recuperación de los precios del petróleo y una positiva dinámica de la inversión, acompañados de un mejor entorno global serán los factores que jalonarán la actividad económica durante este año”
Pese a que sectores como el minero, comercio y la industria mostrarán un mejor comportamiento durante 2018, el sector de edificaciones tendrá una nueva contracción en el trascurso del año, aunque de magnitud mucho menor que la materializada en 2017. “Parte del mejor pronóstico del consumo, la inversión y las exportaciones, por las menores tasas de interés y el mayor crecimiento global, es compensado negativamente por el deterioro del sector de edificaciones, rubro revisado a la baja por el comportamiento de los indicadores líderes más recientes.
Para el año 2019 se espera que continúen las mejoras en el desempeño de la economía y esta crezca al 3%.
Inflación convergerá a la meta
En materia de inflación, las noticias seguirán siendo positivas en 2018. Esperamos que el descenso de la inflación que venimos viendo desde mediados de 2016 continué en el primer semestre de este año. El efecto base que creó el incremento del IVA en 3 puntos porcentuales en 2017 y que afectó la dinámica de los precios al inicio de ese año, servirá para que la inflación tenga una fuerte corrección en estos primeros meses de 2018.
En total, según estimaciones, la inflación se acercará rápidamente al 3% en el primer semestre y se ubicará del orden del 3,1% para diciembre de este año. Mientras que, en 2019, se esperará que el ritmo de la inflación apalanque un espacio adicional de desaceleración, cerrando en una tasa cercana al 2,8%.
El Banco de la República tendrá espacio para reducir las tasas de interés
Con respecto a las expectativas sobre el desempeño de la política monetaria para 2018, y en línea con el discurso menos arraigado en los riesgos y más proclive al apoyo al ciclo económico por parte del Banco de la República se anticipa nuevas reducciones en el tipo de interés en 2018.
La tasa de política es viable se acerque en el primer semestre al 4,0%, manteniendo la tasa real similar a la actual. De acuerdo con nuestras estimaciones, de la mano de la lenta recuperación del crecimiento hacia 2019, el Emisor mantendrá las tasas de interés en niveles bajos por un tiempo considerable, siempre y cuando el panorama externo y los balances macroeconómicos se lo permitan.
La tasa de cambio mostrará una tendencia alcista moderada
Con respecto al comportamiento que se visibiliza para la tasa de cambio durante 2018, BBVA prevé una depreciación moderada con alguna volatilidad en 2018 pero dentro de un rango relativamente pequeño.
Para el segundo semestre, especialmente a partir de septiembre, se podrían observar mayores presiones alcistas, con un tipo de cambio próximo a los 3.000 pesos por dólar al finalizar el 2018.
Principales riesgos para los años 2018-19
Se destaca el espiral negativo en la confianza, tanto de consumidores como de empresarios.
La prolongación del estado pesimista en consumidores y empresarios puede ser el principal riesgo sobre la actividad económica en 2018-19; percepción esta que ha causado un lento crecimiento del gasto de los hogares, enfocado especialmente en factores no durables y satisfacción de necesidades básicas, y la lenta demanda ha causado una cierta parálisis en la producción, con desacumulación de los inventarios creados a inicios de año y una utilización considerablemente baja de la capacidad instalada.
Otro factor que podría tener algún impacto en el comportamiento de la economía para 2018, es la incertidumbre que aún se mantiene asociada a la financiación y/o ejecución de las obras de infraestructura.