Basándonos en los efectos post pandemia y a partir de nuestra experiencia en el mercado, hemos notado la necesidad de contar con un buen líder dentro de una organización que cuente con un enfoque más humano, centrado en la esencia del negocio y con competencias tales como la gestión, manejo y habilidad de potenciar el desarrollo de sus aptitudes personales y el talento de su gente; además, de la capacidad de entender las nuevas tendencias generacionales.
¿Qué características tiene un buen líder?
Los esquemas de las compañías están cambiando. Ahora, la figura del “jefe” está desapareciendo, para dar paso a la de un líder que no sólo dirige y orienta al grupo, sino que también trabaja hombro a hombro con sus colaboradores. En este nuevo paradigma laboral, este líder tiene como misión fundamental, aprender y cocrear en conjunto, a partir de una conexión basada en una excelente comunicación, respetando puntos de vista y las opiniones que puedan surgir.
Un buen plan de desarrollo debe ir enfocado al crecimiento de destrezas que permitan:
- Dirigir e inspirar a los directivos de las compañías.
- Guiar adecuadamente a su personal hacia el éxito.
- Cultivar y potenciar el “Ser” y el “Hacer”, como un individuo.
- Equilibrar entre su vida personal y profesional.
Para ello, es importante conocer sus propias motivaciones y cómo aprovecharlas en pro del beneficio de todos.
Este rol al interior de una empresa cuenta con una autoridad formal para liderar un equipo, ejercer su papel y mostrar habilidades de comunicación que faciliten el buen manejo de estos recursos, fomentando la evolución de los grupos que tiene a su cargo, de esta manera, logrará motivarlos, extrayendo lo mejor para ponerlo al servicio del equipo y de sí mismos.
Impulsar el crecimiento de los líderes, es fundamental en todos los ámbitos, ya que sin ellos el progreso se tornaría imposible. Su importancia se evidencia cuando actúa en pro del beneficio de un objetivo común, que se logrará a partir de su influencia, fomentando un ambiente laboral con libertad de pensamiento, inteligencia emocional y acción, en un entorno y actitud positiva, que permita que otros miembros de su equipo crezcan en el proceso.
Actualmente, este grupo de personas se enfrentan a diversos desafíos los cuales requieren de una educación y preparación constante, con una visión general del negocio más amplia y que no limite los objetivos organizacionales, ni las funciones de cada colaborador, para lograr que cada uno pueda aprender su propio estilo de liderazgo, generando una dirección transformacional con la capacidad de liderazgo de equipos, de manera que reconozcan su autonomía y tomen decisiones ajustadas a lo que requiere la empresa.
Por tal motivo, de la mano del incremento y creación de nuevas experiencias de aprendizaje, desde Adecco Formación hemos descubierto un foco lleno de propuestas innovadoras para todas aquellas organizaciones que deseen apuntar a la formación profesional y desarrollo de sus líderes, cumpliendo así con las necesidades de las compañías.
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