Los estudiantes de posgrado se leen y comprenden, por lo tanto, como personas cooperantes, líderes constructores de nueva ciudadanía y sujetos éticos, políticos y estéticos que harán de lo aprendido una posibilidad de trabajar por la justicia y la paz en Colombia
Dentro de su plataforma estratégica, la Universidad Católica de Manizales (UCM) declara la pertinencia de su misión y la calidad de la formación que imparte a través de sus programas y propuestas académicas, los cuales hacen del conocimiento que se organiza, construye y aplica la posibilidad de visibilizar su perfil social. En este sentido, la Institución propone rutas de formación posgradual que, en continuidad con el pregrado, den cuenta de su apuesta por una formación para la vida que favorezca el crecimiento humano y profesional de los actores del proceso educativo; el cultivo de la capacidad de generar interdisciplinariedad al abordar las realidades; la aplicación del conocimiento científico en contexto; y la intervención de realidades sociales y culturales con criterio ético, político, ambiental y ecológico. En este sentido, el crecimiento en programas de posgrado en la UCM consolida la capacidad de intervención de una Institución cuya cadena de valor tiene su centro en la persona y la sociedad en clave de trans-formación.
Los posgrados constituyen un distintivo institucional, por cuanto el perfil de egreso que se declara como horizonte de actuación en cada uno permite el despliegue transformador del estudiante y graduado; el desarrollo de competencias asociadas al liderazgo; el fortalecimiento de la autonomía; y la problematización del conocimiento y su aplicación en contextos laborales, empresariales u organizacionales como promotora de desarrollo social. Así entonces, el posgrado consolida la formación de un recurso humano competente y capaz de tejer academia, necesidades del entorno, intencionalidades formativas, innovación y emprendimiento.
Si bien es cierto que los posgrados centran sus esfuerzos en la transición de la investigación formativa —promovida en el nivel de pregrado— hacia la formación investigativa, a partir de una apuesta clara por la inter y transdisciplinariedad, la pertinencia de los planes de estudio, el desarrollo de competencias y un currículo flexible, internacional e integrado buscan dar respuesta a la emergencia de necesidades humanas, sociales y culturales que es necesario abordar desde propuestas nuevas que en la UCM pasan por programas de especialización y maestría en los campos de la estadística, la inteligencia de negocios, la ciberseguridad, la ecoingeniería, los cambios globales, los sistemas integrados de gestión y la didáctica de las ciencias básicas. Formas de organizar el conocimiento, los discursos y las prácticas, de nominar las propuestas académicas y formativas en el contexto de un mundo cambiante cuya lingüisticidad habla de creación, creatividad e innovación.
“El posgrado consolida la formación de un recurso humano competente y capaz de tejer academia, necesidades del entorno, intencionalidades formativas, innovación y emprendimiento.”
El corazón de la dinámica de formación posgradual se sitúa en un proceso integral de formación que desarrolla las capacidades necesarias para resolver problemas; mejorar condiciones de vida en las comunidades; intervenir realidades; humanizar y democratizar el conocimiento; religar apuestas personales con el destino común de la humanidad; y cultivar principios éticos que aseguren el compromiso con lo social y lo cultural en clave de transformación. Los estudiantes de posgrado se leen y comprenden, por lo tanto, como personas cooperantes, líderes constructores de nueva ciudadanía y sujetos éticos, políticos y estéticos que harán de lo aprendido una posibilidad de trabajar por la justicia y la paz en Colombia.
Los aspectos planteados se gestionan en la UCM desde cinco principios orientadores de los procesos formativos a desarrollar en este nivel de formación, y declarados en la Política Institucional de Posgrados:
- Interdisciplinariedad: posibilita el abordaje integral e interrelacional del conocimiento.
- Internacionalización: ambiente vital de redes, alianzas, movilidad y multiculturalidad.
- Flexibilidad: permite asumir el reto de construir rutas de formación que tejen los programas con la formación continuada, las certificaciones y las insignias digitales.
- Ética: marco de actuación de una Institución comprometida con las personas y la sociedad desde la universalidad de la academia y la humanización del conocimiento y la alta calidad —sello alcanzado con la acreditación institucional—.
De esta manera, la UCM da cuenta de una propuesta formativa que hace de la formación integral el sello que le permite ser coherente con su perfil social, su apuesta por la trans-formación de la persona y la sociedad, y la visibilización de sus resultados.
“El corazón de la dinámica de formación posgradual se sitúa en un proceso integral de formación que desarrolla las capacidades necesarias para resolver problemas; mejorar condiciones de vida en las comunidades; intervenir realidades; humanizar y democratizar el conocimiento; religar apuestas personales con el destino común de la humanidad; y cultivar principios éticos que aseguren el compromiso con lo social y lo cultural en clave de transformación.”