Colombia afronta la necesidad de aumentar la competitividad del talento humano, con formación pertinente y aplicada desde el pregrado, y formación científica en maestrías e investigación ajustadas a la realidad empresarial de nuestro país.
Aplica la palabra Crisis:
Crisis es la palabra que puede resumir, someramente, la evidente situación que enfrenta el mundo hoy. Europa sufre una crisis de deuda, China se está desacelerando y Brasil ha perdido el ´grado de inversión´ que lo caracteriza, entre otras situaciones que se suman a nuestras preocupaciones.
Porque también es claro que la caída del precio del petróleo golpeó el ingreso de nuestro país y la devaluación, una reforma tributaria y un mayor endeudamiento público, son una fórmula temporal para incrementar este menor ingreso.
Muestra de ello es que el peso ha perdido cerca del 60 por ciento de su valor frente al dólar y, desafortunadamente, nuestro aparato productivo no está a tono para aprovechar esta situación.
De hecho, se espera un incremento de precios al consumidor a causa de que el país importa hoy una proporción alta de materias primas y de alimentos que, inevitablemente, se encarecerán como resultado de la devaluación y, consecuentemente, las familias reducirán la demanda, lo que repercute directamente en el empleo.
En pocas palabras, el ciclo negativo al que tanto le temen los economistas, empresarios, políticos y la sociedad en general, está a la vuelta de la esquina, aunque nos encontremos relativamente bien para responder a corto plazo.
La importancia de una visión:
Así que no podemos perder la visión a largo plazo. La capacidad de una nación para mantener su senda de crecimiento es el capital humano y es en estos momentos cuando se debe continuar invirtiendo en una educación que permita aumentar la competitividad del país.
España es una muestra de que, entre los jóvenes, la crisis es más profunda. Por eso, para mejorar sus posibilidades de contratación y emprendimiento se requiere que estos jóvenes tengan la capacidad de generar valor en un muy corto plazo. Por tal motivo está tomando cada vez más relevancia la formación dual en países como España, característica de la educación alemana, y que se ha venido adaptando a las necesidades colombianas. En ese sentido, son pocas las instituciones que le han apostado a este modelo que, cada vez más, está siendo apoyado por el sector empresarial y valorado por las organizaciones.
Adicionalmente, el mercado está solicitando que los jóvenes profesionales con experiencia profundicen sus conocimientos y busquen mejorar sus habilidades más allá de su área de especialización, ampliando sus posibilidades de carrera mediante estudios de maestría y doctorados. La formación del talento con una visión de investigación y desarrollo empresarial, pero también de impacto social, garantiza la senda de crecimiento gracias a su gente. Las maestrías y los doctorados dan un rumbo al país en términos de investigación, desarrollo e innovación, fundamentales para los retos que afrontamos.
Lo verdaderamente importante:
Por tal motivo, las maestrías en ciencias, y en particular las de administración, están tomando más relevancia y acogida. Por eso se ha tomado la decisión , de enfocar los posgrados en la investigación aplicada, en temas de valor compartido, y enmarcados en la internacionalización del currículo y un perfil de estudiantes con experiencia empresarial que enriquezcan el ejercicio pedagógico en donde el docente también con una vasta experiencia empresarial facilita la discusión para la solución de problemas reales.
Este tipo de educación es precisamente la que requiere Colombia, que responda a la necesidad de aumentar la competitividad del talento humano, con formación pertinente y aplicada desde el pregrado, y formación en maestrías que fomenten la investigación, el desarrollo y la innovación.