La globalización, la innovación tecnológica, las nuevas y diversas formas de vinculación laboral, las características generacionales y el contexto sociopolítico desafiante en América Latina, son, entre muchas otras razones, lo que hace imperativo que tanto empresarios como profesionales tomen acciones frente a la cualificación profesional y personal de sus equipos de trabajo para destacar en el ámbito laboral y empresarial.
Actualmente uno de los retos de la administración empresarial es lograr el equilibrio profesional y personal de sus trabajadores para que sea posible gestionar las organizaciones desde la fragilidad del ser humano, la rigurosidad de la reglamentación, la operatividad de los procesos, la productividad de la organización y la consecución de los resultados esperados.
El futuro laboral prevé cambios en las formas de producir bienes y servicios, en los tipos de empleo y en las características que deberán tener los trabajadores, lo cual generará un aumento en la demanda de personal cualificado, con unas competencias técnicas y transversales que les permitan adaptarse a los diferentes entornos y a las demandas del sector.
Es importante entender que la cualificación profesional como concepto, hace referencia al “conjunto de competencias profesionales con significado para el empleo que pueden ser adquiridas mediante formación modular u otros tipos de formación, así como a través de la experiencia laboral (Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional)”.
¿Pero y qué de sus capacidades para interactuar en los equipos de trabajo en cualquiera que sea el nivel que le corresponda ejecutar esas labores?
La formación técnica es importante, sin duda, pero el mercado laboral demanda desarrollo y fortalecimiento de habilidades blandas que permitan implementar con eficacia los conocimientos técnicos al servicio de una organización.
La formación continua, tanto técnica como de habilidades blandas, tiene un papel clave para que cada trabajador se pueda adaptar a todos los cambios que se producen en el mercado laboral. Estar en constante formación y aprendiendo cosas nuevas permite a los trabajadores continuar siendo competitivos frente a un mercado de
trabajo en el que las nuevas tecnologías generan gran impacto, debido a la automatización de muchos procesos industriales y de servicios.
Para tener un referente acerca del foco de fortalecimiento de habilidades blandas, las más apreciadas por las empresas son las presentadas a continuación:
- Toma de decisiones
- Solución de problemas
- Inteligencia emocional
- Trabajo en equipo
- Resiliencia
- Espíritu innovador y emprendedor
El desarrollo de una marca personal y profesional propia y trabajar a fondo la red de contactos (networking) también es determinante para destacarse en el ámbito laboral. Es por eso que desde la gerencia de las organizaciones es importante establecer el perfil personal y profesional deseado de sus colaboradores, su articulación con los valores empresariales y la coherencia con las metas de la organización, para que de manera holística y sistemática se gestione lo necesario para atraer y retener los talentos necesitados para el logro de los objetivos empresariales.
En este contexto, es fundamental que las organizaciones faciliten a sus colaboradores el acceso a una formación continua que abarque, pero a la vez desborde el ámbito formal tradicional.
En la actualidad existen novedosas metodologías de aprendizaje, tanto en tiempo, espacio y forma, a través de las cuales las personas pueden potenciar el desarrollo de sus habilidades. Lo que se conoce como U-Learning o aprendizaje ubicuo, es un modelo interesante que pretende la integralidad entre tecnología, transmisión de conocimiento y la cotidianidad de las personas, transformando el aprendizaje en un proceso más natural y por consecuencia, efectivo y de beneficio para todos.
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