El principal objetivo de un Sistema de Salud es mejorar las condiciones de salud de su población; con metas específicas como lograr mejores indicadores de salud, mejor percepción ciudadana y protección financiera, no solo del ciudadano, también de la comunidad en general. En ese contexto consideramos que el Sistema de Salud en Colombia debe enfocarse en buscar alternativas integrales de aseguramiento y prestación de servicios en la gestión para la población y evitar riesgos.
Este sistema incluyente busca mejorar en coberturas universales, promoción de salud, prevención de la enfermedad y soluciones; sin desconocer que atraviesa por un desequilibrio financiero estructural, especialmente por la insuficiencia de la UPC, y el no reconocimiento de servicios no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud (POS), generando una percepción negativa.
“En cuanto a la integración de los actores del sistema, se debe buscar sinergias, pensándolos como equipo, donde todos ganan gracias a una atención costo – efectiva de la población, con servicios de calidad que permitan mejores resultados desde la prevención, el tratamiento oportuno y el control de la enfermedad.”
Sin embargo, las cifras de gestión muestran que si bien existen grandes oportunidades de mejora, los resultados en indicadores de salud han mejorado, principalmente los relacionados con esperanza de vida al nacer, mortalidad materna, mortalidad infantil, entre otros.
En ese sentido el sistema debe enfocarse en orientar los modelos de salud alrededor de la gestión del riesgo, a través de planes de beneficios articulados con las intervenciones colectivas del gobierno, buscando gestión intersectorial de las políticas públicas. Está gestión se desarrolla a través de rutas de atención establecidas en redes integrales de servicios de salud, tal como lo ha definido la Política de Atención Integral en Salud divulgada por el Ministerio de Salud.
Es necesario interactuar con todos los integrantes del sistema, profesionales de la salud, aseguramiento obligatorio, aseguramiento voluntario y prestación de servicios y actúar como un pilar que le apuesta al sistema de salud y a hacer realidad la Política de Atención Integral, con el reto de ser ejemplo de trabajo en equipo entre el aseguramiento y la prestación de servicios, buscando atención integral, potenciando cada nivel de atención y garantizando una articulación que brinde oportunidad, calidad, resultados positivos y satisfacción.
La salud debe entenderse como un estado de bienestar en el que se gestiona el riesgo de enfermedad de nuestros usuarios. Es decir, nuestra labor bien sea desde aseguramiento, clínicas, unidades básicas o el cuidado en casa, es realizar intervenciones preventivas y de promoción de la salud enfocadas en generar cultura de autocuidado y para los casos en los que el usuario ya se encuentra afectado en su estado de salud, gestionar oportunamente el tratamiento que exige su condición.
Es así como el modelo de atención en salud ha definido grupos de riesgo para focalizar las intervenciones en programas especiales por patologías, partiendo no sólo de la compra y venta de servicios, sino de la necesidad que tiene el ciudadano de aprender a cuidarse. Por ello, debemos involucrar a las IPS que hacen parte de las redes de atención para que valoremos al usuario de manera integral, tratando preventivamente los riesgos en salud identificados.
En cuanto a la integración de los actores del sistema, se debe buscar sinergias entre los actores, pensándolos como equipo, donde todos ganan gracias a una atención costo – efectiva de la población, con servicios de calidad que permitan mejores resultados desde la prevención, el tratamiento oportuno y el control de la enfermedad. Todos conscientes que la salud es un derecho fundamental que no debería ser defendido sólo en momentos de crisis sino una acción estimulante y dinámica de la sociedad.
Se puede concluir que el actual sistema de salud está en proceso de maduración, ajuste y mejora, y por lo tanto se hace necesario definir mecanismos de inclusión de nuevas tecnologías, conforme a las necesidad de la población, la disponibilidad de recursos, un trabajo articulado de rutas de atención por patologías, y cada vez más, el usuario como un actor que se involucra y opina sobre las situaciones de salud; igualmente, serán nuestros médicos quienes con responsabilidad, autonomía y dedicación tomarán decisiones cotidianas para, no solo aliviar las necesidades de sus pacientes, sino para construir la viabilidad y sostenibilidad que requiere nuestro Sistema de Salud.
Las distintas metodologías de AUDITORÍA de los Servicios de Salud revisan en retrospectiva el Proceso Asistencial cuando existen desvíos significativos en los principales indicadores, mas en forma general carecen de un modelo que determine en cualquier momento si una sola atención o un conjunto de estas es ADECUADO para los fines que persigue el Sistema de Salud.
Colombia es un país en vías de desarrollo y economía de mercado, donde Aseguradores y Prestadores del Sistema de Salud deben garantizar la mayor vitalidad posible de la población que habita o transita su suelo. Entre más personas estén en condiciones psicofísicas de trabajar, percibir, comprar, vender, viajar y tributar, mas ingresos entrarán a la Nación.
El Capital Social de la Nación es entonces el CORPUS HUMANO ACTIVO que en conjunto produce todos los ingresos por cuenta de la actividad laboral, comercial y movilización. Naturales y extranjeros que habitan, trabajan y transitan en nuestro país, legales o indocumentados necesitan comprar, pagar por objetos o servicios y movilizarse.
El Sistema General de Seguridad Social en Salud existe entonces para promover y gestionar de manera universal una Población Activa y Saludable (Sana, Curada o Controlada) para que esta genere el CAPITAL SOCIAL de la Nación
Las atenciones en Salud representan PROBLEMAS, problemas que deben evitarse o problemas que deben solucionarse. Los problemas que deben evitarse proliferan en la normatividad obligatoria de los programas de Promoción y Prevención, Protección Específica y Tamizajes que comparten los programas de aseguradores y el Estado en saneamiento básico. La vigilancia sobre Rutas, Guías de Atención, el Plan Nacional de Inmunización y demás actividades permiten verificar este importante aspecto de la Resolutividad de problemas evitables.
A lo anterior sumemos la “evitabilidad” de la materialización de los distintos tipos riesgos que una buena Gestión Integral de Riesgos en Salud (GIRS) puede lograr.
Ahora, los problemas que deben SOLUCIONARSE son de dos tipos básicos:
1. Problemas agudos y
2. Problemas crónicos.
La solución en problemas agudos dependen de la intervención ad integrum de las causas básicas (últimas) de los problemas, y la “solución” del problema crónico es en realidad el CONTROL de los factores que aceleran el curso natural de la enfermedad, a la que generalmente, le conocemos el desenlace clínico.
En términos que abarcan la verdad del acto asistencial (puerta de entrada al sistema), podemos hablar de una RESOLUTIVIDAD general como aquella que SOLUCIONA (resuelve) LA MAYOR CANTIDAD DE PROBLEMAS EN EL MENOR NÚMERO DE CONTACTOS, desde la capacidad instalada con la aplicación de esquemas mentales de trabajo en donde la Integralidad y la Gestión de Riesgos sean culturales.
Solo así podemos GARANTIZAR y SOSTENER los accesos a niveles superiores, mejorar la oportunidad e incrementar el CAPITAL SOCIAL HUMANO, sin que ello implique obligatoriamente aumentar competencias (especialidades, complejidades), horas de trabajo y puestos físicos de atención (infraestructura, consultorios) que es el lugar común de la mayoría de administradores.
Por todo lo anterior ES NECESARIA LA EXISTENCIA Y ADOPCIÓN DE UN MODELO de DETERMINACIÓN, ANÁLISIS E INTERVENCIÓN en pro de la ADECUACIÓN de la ATENCIÓN MÉDICA que identifique el cumplimiento de los principios de INTEGRALIDAD, RESOLUTIVIDAD y GESTIÓN DE RIESGOS, para todos los actores del sistema y muy especialmente para quien ejerce actividades de INSPECCIÓN, VIGILANCIA Y CONTROL.