Juan Pedro Asencio Flores
Experto en Mercados financieros Internacionales y emprendimiento
El COVID-19 trajo consigo una crisis económica nunca antes vista y las pequeñas empresas tuvieron que reinventarse o, en el peor de los casos, cerrar y despedir a sus empleados. Al tiempo que esto sucedía, otras personas deciden emprender y crear nuevos negocios con pocos conocimientos y bajo presupuesto. Este hecho se denomina, en la economías nacionales e internacionales, como el “rebusque de oportunidades”.
Si los nuevos empresarios que ahora se denominan emprendedores buscan una adecuada asesoría, seguramente serán los empresarios del futuro. Para profundizar más sobre el tema, la Revista Empresarial & Laboral, reconocida por entrevistar a expertos en cada uno de los temas a tratar, entrevista a Juan Pedro Asencio, profesor de referencia para el Máster en Business Administration (MBA) de una de las principales universidades online en España, Ecuador, Perú, Colombia y México y, mentor de proyectos de emprendimiento de base tecnológica de una incubadora de empresas a nivel internacional.
Juan Pedro Asencio Flores es Economista, profesor universitario y experto especializado en Mercados Financieros Internacionales y Emprendimiento. Entre su formación podemos destacar que es Doctor en Economía, MBA y ha realizado programas de postgrado en asesoramiento financiero en el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) y en la Universidad de Miami. Sus más de 16 años de experiencia se han desarrollado en España, Estados Unidos y Latinoamérica. Durante estos años, ha compaginado docencia universitaria, asesoramiento financiero y mentoría para programas de emprendimiento.
Juan Pedro, desde su perspectiva como profesor universitario y mentor de startups, ¿cómo ha visto el surgimiento de nuevos emprendedores desde el inicio de la pandemia a la fecha?
Sin duda, ha sido un escenario retador para nuevos emprendedores, sobre todo, en negocios tradicionales. Sin embargo, han surgido nuevas posibilidades para aquellos cuyo modelo de negocio tiene base tecnológica o digital.
Los emprendedores tradicionales han visto congeladas sus fuentes de ingresos y con un acuciante problema de liquidez que, en muchos casos, ha provocado el cierre de muchos de ellos. Creo que una de las principales lecciones a extraer es la necesidad de dimensionar de forma correcta la estructura de costos del proyecto; intentando evitar los costos fijos hasta que no ser capaces de ocupar la capacidad totalmente y, tener una previsión de liquidez que nos permita tener con qué cubrir posibles desfases de entre 18 a 24 meses.
Esta previsión de liquidez ha ayudado a poder realizar las inversiones necesarias en medidas anti-COVID; de forma que, la actividad empresarial ha podido continuar, aunque con limitaciones.
En cambio, los emprendedores de negocios con base tecnológica se han encontrado con una base de clientes potenciales prisioneros en sus hogares y con tiempo para buscar y comparar productos y servicios online. Esto ha motivado que muchos emprendedores hayan encontrado financiación para estos proyectos e, incluso, acelerado su volumen de ventas. Estos modelos de negocio online se benefician de la posibilidad de crear negocios exponenciales y escalables que proporciona internet, con unos costos variables muy bajos o nulos y unos costos fijos también bajos; ya que, la inversión inicial es utilizada para el desarrollo de la plataforma Web online y, el resto de los gastos fijos como el servidor, la publicidad son bajos en comparación a otros modelos tradicionales.
¿Cuáles son las características que se deben tener en cuenta para realizar un nuevo negocio que impacte las economías emergentes?
El punto principal es el cliente potencial y sus necesidades. Parece algo obvio; pero, sin embargo, tras haber asesorado a muchas empresas startups y dirigido muchos planes de negocio, he detectado que muchas veces presuponemos las necesidades de nuestros clientes potenciales. Para evitar hacer suposiciones erradas, es necesario apoyarnos en herramientas de investigación de mercado como, por ejemplo, el customer journey, encuestas y entrevistas en persona o por videoconferencia.
Como segundo punto, destacaría la realización de una planificación de recursos y de las necesidades de liquidez. Algunas herramientas utilizadas para evitar problemas durante liquidez son el burn rate – cantidad de efectivo que necesitamos cada mes para mantener nuestro negocio – y, el months to runaway o número de meses que podríamos atender las necesidades de liquidez con el burn rate actual. Los expertos recomiendan tener una liquidez que nos permita atender de 18 a 24 meses.
Teniendo estos dos puntos en mente, recomendaría plantear un modelo con base en internet, de forma que podamos apalancarnos en su baja estructura de costo y alta exposición a clientes potenciales, dada la situación actual provocada por la COVID-19.
Para poner en marcha un proyecto, ¿qué presupuesto se necesita?
Depende del proyecto. Pero, si hablamos de proyectos emprendedores online, su inversión se ha reducido sensiblemente ante la irrupción de compañías de servicios hosting y web, con gastos altamente competitivos, que permiten escalar el tamaño dependiendo de la fase en la que se encuentren.
Por ejemplo, AWS ofrece la posibilidad de pagar cantidades bastante bajas, por debajo de 60 dólares al mes y, solo pagando por los recursos que utilices. Otra solución online podría ser Shopify, donde se puede crear la propia tienda online con todos los servicios profesionales, por tan solo 29 USD al mes.
Se debe tener en cuenta que es necesario disponer de alguien en el equipo que se encargue del diseño gráfico y web; de forma que, se pueda customizar el sitio web de un modo profesional y que atraiga a los potenciales consumidores.
A esto tenemos que sumar el costo de internet y telefonía y publicidad online, como Adwords o Facebook Ads, que tampoco tiene un valor muy elevado y al que se podría dedicar un presupuesto mensual de retorno a 100 USD.
Si consideramos todo lo anteriormente expuesto e intentamos ajustar las mercaderías o trabajamos sobre pedido, la liquidez necesaria para afrontar los gastos corrientes, para los próximos 18 a 24 meses, puede ser reducida.
Sin duda, la posibilidad de crear negocios online de forma ágil con estas nuevas soluciones ha dado acceso a crear proyectos de e-commerce con costos altamente competitivos y sin restricción del lugar donde nos encontremos.
¿Es viable emprender en tiempos de crisis económica?
Sí, es viable. Es más, en los momentos de crisis o necesidad es cuando surgen las mayores oportunidades. Actualmente, gran parte del mundo se encuentra en sus hogares navegando por internet y buscando alternativas para tareas cotidianas, que ahora no les he posible realizar debido a la COVID-19.
Recomiendo, a aquel que esté interesado en emprender, buscar apoyo en incubadoras de empresas o centros de emprendimientos como en los que colaboro. En ellos, puede encontrar, de forma gratuita, ayuda de profesionales de muy alto nivel en todas las áreas que pueda necesitar en su empresa.
También existen aceleradoras que, además de poner una red de expertos al servicio del emprendedor, se encargan de aportar liquidez al proyecto; de forma que, el desarrollo del proyecto crezca con mayor celeridad. Esta inyección de liquidez es normalmente a costa de ceder un porcentaje del proyecto. Es decir, la aceleradora se convierte en socio.
¿Cuáles son los principales obstáculos que se les presenta a los emprendedores en tiempos de la COVID-19 para arrancar con un nuevo proyecto y cómo los podrían enfrentar?
Principalmente, destacaría la dificultad en testar el interés de los consumidores y el acceso a financiación en sus proyectos.
Para el primero, recomendaría la utilización de sistemas de encuestas online. Existen sistemas que, por una pequeña cantidad por encuestado (0.10 USD o incluso menos), permiten realizar encuestas a una amplia base de posibles clientes y comprobar si realmente existe un interés en nuestro producto o servicio.
Para el segundo problema, le recomendaría buscar ayuda en incubadoras y aceleradoras, de forma que nos guíen hacia ayudas oficiales o posibles inversores profesionales (business angels o venture capital) y también, el clásico Friends and family (familia y amigos).
Para conseguir esta ayuda económica es necesario que tengamos claro la necesidad o problema que deseamos solucionar para nuestros clientes y disponer de un plan de negocio, de forma que podamos preparar nuestra presentación a potenciales inversores. Para esta presentación debemos centrarnos en los puntos clave y ser claros y concisos. En inglés, se suele denominar esta presentación como elevator pitch, haciendo referencia a la conversación que mantendríamos con un potencial inversor, si nos lo encontráramos en un elevador y solo contásemos con unos pocos minutos para explicar nuestro proyecto.
Por último, ¿es posible hacer empresa en tiempos de pandemia? ¿Cuáles serían las recomendaciones de un experto como usted en este tema?
No es un escenario fácil, pero desde luego empezamos a ver la luz con la llegada de vacunas que comenzarán a tener un mayor impacto en la parte final de año. Sin duda, tendremos que seguir con medidas para evitar propagar la enfermedad, pero se regresa a una seudonormalidad.
Mi recomendación es analizar estas nuevas necesidades que han surgido a raíz de esta enfermedad y buscar ayuda en expertos que los puedan guiar en su proyecto empresarial. Así como, no poner nunca en riesgo el dinero que se pueda necesitar para la vida diaria ni para atender a la familia.
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