La gamificación en el ámbito empresarial implica el uso de elementos y dinámicas de juegos en contextos no recreativos para motivar, mejorar la productividad y alcanzar objetivos.
Surgió en el mundo corporativo en 2008 y se ha extendido a otros ámbitos, como la educación. Este enfoque busca aplicar la mecánica de juegos en la vida cotidiana para lograr metas relacionadas con la formación, fidelización, cohesión social y creatividad.
En este artículo te enseñaremos como usar distintos elementos, desde la app de casino más emocionante al juego de mesa más rudimentario, como fuente de inspiración para mejorar el compromiso de los empleados y la fidelidad de los clientes.
Pequeños logros, grandes resultados
¿Sabías que las máquinas tragamonedas devuelven más del 90% del dinero que ingresa a ellas en forma de premios? A este porcentaje se lo denomina RTP (return to player). En la mayoría de los juegos este número supera el 90%.
Esto se debe a que los seres humanos trabajamos bien con recompensas. Si vemos que algo no nos recompensa, podemos perder el interés fácilmente. Como los casinos desean mantener a los jugadores entretenidos, mantienen este porcentaje alto.
Esta dinámica se puede trasladar a las empresas. Ya sea incentivos económicos para los empleados o cupones de descuento para los clientes. Es posible diseñar un sistema de recompensas que incentive a las personas a lograr distintos objetivos para la compañía.
Puntos y coleccionables
La forma de expresar estas recompensas puede darse de distintas maneras. Por ejemplo, usar coleccionables. En este caso se aprovecha el interés de los usuarios por coleccionar objetos y la oportunidad de mostrar con orgullo sus colecciones a amigos. Por ejemplo, algunas marcas de bebidas dan la oportunidad de conseguir vasos coleccionables.
En ocasiones estos se pueden vincular a un sistema de puntos. Este método consiste en motivar al usuario a través de un sistema de puntuación que puede otorgar prestigio o recompensas.
Por ejemplo, algunas estaciones de servicio y tiendas ofrecen programas de puntos que garantizan descuentos cuando acumulas una cantidad específica, lo que incentiva a los clientes a visitar sus negocios.
Clasificaciones y niveles
Otra estrategia potente de gamificación es darle al usuario la posibilidad de participar en comparativas. Es decir, un sistema en el que se permite subir de escalón e ir accediendo a distintos niveles.
Puede darse a través de una comparativa explícita, como un juego abierto en el que todos sepan quién es el ganador, o puede hacerse un sistema de recompensa por niveles no explícitos. Es decir, solo el usuario sabe que pertenece a ese “club”.
Esto significa que a mayor nivel de compromiso, mayores serán los beneficios recibidos. Esta metodología es usada, por ejemplo, por las tarjetas de crédito que otorgan mayores beneficios a los clientes que tienen mejor nivel de crédito.
¿Cómo crear la estrategia perfecta de gamificación?
Para diseñar estas dinámicas, es necesario tener un profundo conocimiento del grupo al que van dirigidas. No se puede diseñar una estrategia sin saber el punto del embudo del usuario, las características de sus problemas o el recorrido de compra, por ejemplo.
Con esa información a mano, se puede crear un juego que, para ser exitoso, debe tener algunas de estas características:
- Sentido de propósito y significado épico: motivar a las personas al hacerlas sentir que están contribuyendo a algo grandioso.
- Desarrollo y satisfacción del deseo de progreso: estimular a las personas a actuar desafiándolas, ya que anhelan desarrollar habilidades y superar desafíos.
- Fomento de la creatividad y retroalimentación de resultados: incentivar a las personas a actuar expresando su creatividad y viendo los frutos de su ingenio.
- Propiedad y posesión: hacer que las personas actúen para mejorar y ampliar lo que tienen.
- Influencia social y afinidad: motivar a las personas aprovechando su naturaleza social, su deseo de aceptación y su tendencia a compararse con otros.
- Escasez e impaciencia: incitar a la acción mediante elementos raros, difíciles de obtener o exclusivos.
- Imprevisibilidad y curiosidad: motivar a las personas mediante la intriga y el deseo de descubrir lo que sucederá a continuación.
- Pérdida y evitación: hacer que las personas actúen para evitar consecuencias negativas.
Plataformas de gamificación
Una vez que se ha creado una dinámica de gamificación basada en los objetivos, se traslada a un desarrollo propio o a plataformas específicas creadas para este fin como Kahoot!, Trivinet, Socrative, entre otras.
En resumen, la gamificación es una estrategia que utiliza elementos y dinámicas de juegos para motivar a las personas a participar en actividades específicas, aprovechando su sentido de propósito, deseo de progreso, creatividad, necesidad de propiedad, influencia social, escasez, curiosidad y aversión a la pérdida.
Esta técnica se aplica en diversos contextos, desde la educación hasta el marketing, con el objetivo de mejorar la participación, el aprendizaje y la interacción. Es por eso que no puede ser ignorada: sus beneficios son demasiado altos como para que eso suceda.
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